Remehibe

miércoles, 31 de octubre de 2007

Honor a Cornelio García


jarubio@guaymas.uson.mx

Confirmado: Este jueves 1ro. de Noviembre, a la altura de la sexta entrada en el estadio “Héctor Espino”, se hará la entrega del Trofeo “Premio a la Trayectoria” a Cornelio García, todo un símbolo de la franquicia campeona de nuestro béisbol invernal.

Ayer, Enrique Mazón Rubio, Arturo León Lerma y Juan Aguirre, dieron el visto bueno para realizar esta ceremonia de reconocimiento a tan distinguido jugador que durante 19 temporadas jugó como pelotero activo la franela Naranjera.

Este galardón que le otorga con gran aprecio la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE) refleja la valoración que mantiene a diario nuestra organización hacia quienes contribuyen con ímpetu y entrega/dedicación a enaltecer y elevar el nivel del béisbol con sus grandes registros en el terreno de juego.

Además, manifiesta un reconocimiento a sus grandes logros dentro de una sola organización como es la de los Naranjeros de Hermosillo, su único equipo en la Mexicana del Pacífico donde desde hace dos años en su coach de bateo.

Excelente y, déjeme decirle que la ovación que usted le brinde, será también un invaluable regalo y testimonio de reconocimiento hacia su trayectoria como pelotero y su don de caballero que siempre le caracteriza y distingue.

Iván Terrazas

El novel pelotero Iván Terrazas pertenece ya en el béisbol de verano a los Diablos Rojos del México y pues ¡excelente!

Llega a los Pingos procedente de los Acereros de Monclova en un cambio por el receptor Saúl Soto.

Anoche en el dogout del “Héctor Espino”, Iván se mostró satisfecho con el cambio porque antes que todo reconoce que es un jugador profesional y debe estar listo para enfrentar cualquier reto.

El jardinero central de los Naranjeros considera que jugar con los Pingos “y en casa, cerca de la familia”, deberá darle buenos dividendos y la posibilidad de que los Bravos de Atlanta, organización a la que pertenece en EU, le tenga dentro de sus planes para llevarlo a mejores derroteros con vista a la Gran Carpa.

Roberto Mansur, el presidente de los Diablos, sin duda que logró su objetivo en su visita a Hermosillo y, claro, también a la organización de Monclova, haciéndose de un gran prospecto de la pelota mexicana.

Ahora, hay que decirlo, los “Luciferes” tienen en su nómina a cuatro naranjeros: “El Borrego” Sandoval, Gerónimo Gil, Mauricio Tequida y al propio Iván Terrazas.

Enhorabuena por Iván Terrazas.

Derek Bryant

También saludé al gran Dereck Bryant, asesor y director deportivo de Naranjeros y recordó cuando tuvo su primera experiencia como mánager/jugador de Guaymas en un partido contra Hermosillo.

Hoy, el candidato al Salón de la Fama del Béisbol Profesional en México, como siempre se le ve “entero”, amable, caballeroso y con la buena vibra y amistad que expresa a quien se le acerca… ¿Oye, mi Chuy”, siempre me dice.

A Bryant lo conocí en 1978 cuando jugó por vez primera en la LMP con los entonces Marineros de Guaymas; en esos días un servidor era el corresponsal de El Imparcial en el puerto querido y pregúnteme si disfrutaba los juegos en el “Abelardo L. Rodríguez”, allá por rumbo de Las Playitas…¡qué recuerdos, paisanos!

Peloteros nativos

Curioso y algo ejemplar:

Mientras que los Yaquis de Cd. Obregón traen de titulares a cuatro nativos de esa ciudad: Carlos Valencia, Manuel Vélez y Albino Contreras, los Naranjeros tienen a Jesús Cota, Erubiel Durazo, Carlos Rodríguez y al pítcher Marco Antonio Duarte.

Esto, plausible desde cualquier punto de vista.

Qué elocuente e importante es el darle oportunidad al pelotero y talento local, nativo de cada plaza, donde se juegue béisbol profesional, ¿no lo cree usted así?

BOSTON. . . 2 EN 4.

Monterrey, Nuevo Leon.

31 de Octubre del 2007.
Por: Oscar Iván Villarreal.

Los pronósticos se cumplieron esta vez, las sorpresas se quedaron guardadas para mejor ocasión y la calidad se impone. Medias Rojas de Boston con una soberbia demostración de calidad y ejecución casi perfecta, línea por línea logran su segundo campeonato en estos últimos cuatro años.

Señoras y señores, amables aficionados, el mejor béisbol del mundo tiene un nuevo campeón, los Medias Rojas de Boston, al barrer en forma contundente a los talentosos Rockies de Colorado.

Una serie que al principio, a mí en lo particular, me parecía muy buena y atractiva, probablemente para la mayoría de los conocedores no tanto. Me atraía porque bien o mal, chueco o derecho eran los dos mejores equipos de ambas ligas, los que mejor momento tenían y sobre todo, porque era el enfrentamiento entre las dos teorías que existen no nada más en el béisbol, sino en el deporte profesional. Por un lado el presupuesto, el dinero de Boston y por el otro. el talento, la juventud y dinamismo de Colorado, un equipo que no lo considero pobre, sino que al igual que Arizona, Cleveland, etc., destinan la mayor parte de sus presupuestos en la producción de jugadores y/o cambios, compras etc., pero que para nada exceda o ponga en riesgo el mismo presupuesto, de ahí, que a mi gusto resultaba atractiva esta final. Dos teorías diferentes pero iguales de exitosas.

El resultado, ya lo conocemos. Creí que los Rockies darían más pelea. Boston fue un equipo arrollador en todos los aspectos, un equipo imponente, embalado, conjuntado, con calidad en todos los aspectos, es verdad, es una novena que gasta mucho dinero, pero a diferencia de otros equipos que también gastan, me parece que esta inversión tiene sentido y es mucho más cerebral, difícilmente se le veía algún punto débil.

El trabajo de Tery Francota se me hizo realmente estupendo, usted puede decir que con ese equipo cualquiera gana, pero considero que su trabajo es digno de resaltar, movió sus piezas como un auténtico juego de ajedrez, sobre todo en Colorado, le dio la confianza desde el principio del año a un joven talentoso como Justin Pedroia, que al final fue clave y contrario a lo que muchos hubieran hecho, se la jugó con un novato como Jacoby Elsbury ( sorpresa y descubrimiento de esta serie), de extraordinarias facultades, dejando a un experimentado Coco Crisp para ocasiones especiales.

Colorado, por su parte, perdió porque pago su inexperiencia, su novatez. En el momento en el que debieron ejecutar jugadas claves no supieron como hacerlo, posiblemente tanto tiempo de descanso les haya afectado, pero considero que lo principal es que se enfrentaron a un verdadero equipo, no hay similitud en enfrentar a Philadelphia y Arizona que ponerse de tú a tú con Boston, para mí ese fue un gran factor.

Como lo mencione en párrafos anteriores, Medias Rojas realizó un trabajo extraordinario, encabezados por una directiva muy capaz, inteligente, liderados por el magnate John Henry, no se si Shilling regrese, por ahí Mike Lowell, el más valioso, para su servidor más que merecido, será agente libre y por ahí algunos otros jugadores que pudieran cambiar de destino, pero si se mantiene esa mística ganadora y ese buen proceso de trabajo podríamos ver el inicio de una dinastía, si es que los demás equipos llamados “grandes”, llámese Yankees, Mets, etc., no se aplican.

Para los Rockies, que de cualquier manera hicieron un gran trabajo, considero que deben de estar tranquilos y orgullosos, no es fácil perder y menos de la forma en que perdieron, pero son un equipo joven y con grandes facultades, proyección y dinamismo, son una gran parte del nuevo movimiento, moda y forma de trabajo que mencionaba en un principio, si siguen trabajando igual tendrán un mismo futuro prometedor que los mismos Indios y D-backs que se quedaron en el camino, pero mostraron un gran trabajo, igual de cerebral, conjugando el verbo ganar y forjando al mismo tiempo un futuro prometedor y eso, es muy difícil de lograr.

De igual manera devolvieron a sus fanáticos esa emoción, adrenalina y felicidad que muy pocos pueden presumir. Colorado entero volvió a vibrar y a soñar, como solamente lo habían hecho con John Elway y sus Broncos hace algunos años. El fanático rockie debe estar orgulloso y tranquilo, pues su equipo, demostró que hay material humano para que juntos, unidos, sueñen. . . por muchos años más.

Lanzando para home



Miércoles 31 de Octubre de 2007
Los Tigres del Ing. Peralta iniciaron los trabajos de la primera escuela de béisbol a finales de los cincuenta en el Parque Hacienda. Por dos inviernos consecutivos, funcionó la escuela dirigida por Memo Garibay. Costó mucho dinero, pero surgieron peloteros que fueron más tarde estrellas, como Pancho García, Pepe Peña, Enrique Castillo, Eloy Gutiérrez, Lorenzo “Carbonero” López y Gregorio Polo. El michoacano Pancho García estuvo un rato con los Tigres en 1959 y al año siguiente lo enviaron a la Liga Central con el Guanajuato. Regresó en 1961 a los felinos y repitió en 1962, mejorando sustancialmente en ofensiva, pues corría muy bien, su brazo era excelente y no había problemas a la hora de fildear. Los Tigres lo enviaron a los Yaquis en el invierno de 1962, para que siguiera fogueándose.

Los Yaquis manejados por Luis “Molinero” Montes de Oca, era prácticamente un equipo nuevo, pues el anterior había pasado a Navojoa. Pancho, rápidamente se ganó al público de Obregón y del Valle del Yaqui, por su manera de jugar, pero sobre todo por el corrido de bases, pues impuso marca de 21 estafas. El primer cuadrangular de Pancho lo bateó en el Estadio Alvaro Obregón el lunes 5 de Noviembre contra Juan Suby que militaba con los Naranjeros de Hermosillo. Esa temporada fueron compañeros de Pancho, peloteros como Felipe Montemayor, que resultó el campeón jonronero, Chuy Bustamante, Jaime Corella, Jaime Favela, los hermanos Willie y Ramón Arano, Baldemar Carmona, Rubén Amaro entre otros. Estupendo debut con un .326, 7 jonrones y 45 producidas, las mismas que Espino, que resultó el campeón bateador.

Al regresar a los Tigres en 1963, lo hizo más confiado, pues su actuación de invierno había sido formidable. Se hizo más famoso en el mes de marzo, cuando los Tigres vencieron a los Medias Blancas de Chicago con un jonrón con la caja llena sobre el nudillero Eddie Fisher. Cuando dio comienzo ese partido el 15 de Marzo de 1963, Pancho empezó cubriendo el jardín derecho y séptimo en el orden. El tabasqueño el zurdo Pepe Leyva abrió por los Tigres y tuvo ventaja de 3-1, pero en la octava le empataron el juego. En la apertura de la décima, Medias Blancas anotó par de ocasiones y parecía que ganaban. En el cierre, Denny McLain, que después se haría famoso, pero en ese año era un jovencito, que regaló bases a Ricardo Garza y Armando Murillo. Trajeron a Eddie Fisher y Manuel Ponce le dejó un toque perfecto por tercera. Venía Pancho García que ya había bateado de hit. Dejó pasar el primer lanzamiento y a la siguiente mariposa, la enganchó y la bola fue a dar al otro lado de la barda, ante el delirio de miles de aficionados que llenaron el Parque del Seguro Social.

Cuando los Yaquis ganaron su primer campeonato en 1965-66, Pancho, jugó un papel muy importante en ese título, pues además de batear 12 cuadrangulares y empujar 33 carreras, rompió su propio récord de 37 robos que había impuesto un año antes, subiéndolo hasta 49. Cuando se inauguró la temporada en el Alvaro Obregón el martes 12 de Octubre de 1965, ésta fue la alineación que presentó el manager Manuel Magallón: Pancho García 8, Jorge Fitch 6, Alfredo Ríos 4, Jaime Favela 7, William Berzunza 3, Jaime Corella 2, Héctor Barnetche 9, Carlos Murrieta 5 y el pitcher Arturo Cacheux, pero perdieron ante Empale y el zurdo Alfredo Mariscal por 5-1. Después con Fred Wall y Nicolás García se llevaron la serie. Fue el domingo 16 de Enero de 1966, cuando declararon campeones a los Yaquis. Después de mucho tiempo, por fin, le hacen justicia a Pancho García con el retiro de su número 12, el día de mañana…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico; alarb34@yahoo.com.mx

“Chuy” Bustamante

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Jesús “Chuy” Bustamante tiene también un lugar muy especial en la historia del béisbol mexicano.

Pelotero serio, siempre mostró entrega absoluta en todas las franelas donde jugó; un estelar tercera base toda fibra, coraje y al mismo tiempo con un carácter templado para hacer bien las cosas, además de un excelente bateador.

Curiosamente, fue el primer campeón pítcher en la Invernal de Sonora (58-59) al lanzar con Hermosillo (6-1), con todas sus victorias lanzando juegos completos de nueve episodios.

Además, al bat fue el décimo mejor del circuito con .271 en 33 partidos, siendo líder en triples con 3. Fue sublíder en anotadas (25) e impulsó 16 y jugando la antesala, fue el No. 1 en doble plays (6). El campeón bateador de esa campaña fue Ronaldo “Ronnie” Camacho (.357).

Fue aquella campaña en que Hermosillo y Guaymas disputaron la primera final de la invernal de Sonora donde Chuy fue también gran protagonista.

Guaymas campeón

El colega historiador Alfonso Araujo nos cuenta ese capítulo en su columna “Lanzando para home” en el sitio blogspot de la ASOCRODE:

“Chuy lanzó el segundo partido en el Fernando M. Ortiz, ganando por 4-0 a José “Chino” Ibarra. La serie se cambió a Guaymas y ahí la escuadra de Manuel Magallón, empató a dos victorias y se van al decisivo el domingo 8 de Febrero de 1959, donde Bustamante ganaba por 1-0, pero en la novena entrada los Ostioneros hicieron dos carreras y Guaymas se llevó el primer banderín.

En reciente charla que tuvo con Bustamante le contó que se sentía bien cansado en ese juego ya que había cubierto la tercera base en los demás partidos y ya no podía el brazo, “así que llamaron al “Maistro” Mauro Contreras y éste recibió una “culebrita” por el lado de segunda, que se fue de hit de parte del “Chino” Ibarra que había entrado de emergente y con eso nos ganaron el campeonato”.

Junto a Tiant y Beto Avila

En el verano de 1960 con los Tigres del México dirigidos por Memo Garibay y que fueron campeones ese año, formó parte de aquel inolvidable cuadro con José “Pasitos” Echeverría en la primera, Beto Avila de segunda y Carlos Ramírez en el campo corto.

Ese año los bengaleces tuvieron en el staff de pitcheo a Luis Tiant, un joven prospecto que estaba por llegar a los Rojos de Cincinnati, así como a Beto Avila ya despidiéndose como jugador activo luego de su enorme trayectoria en México, Cuba y EU.

Campeón Naranjero

En el invierno del 60-61 a Chuy Bustamante le tocó la gloria de formar parte del primer equipo de Hermosillo campeón en la Invernal de Sonora.

Fue el titular de la esquina caliente de un cuadro donde estaba el debutante Héctor Espino (7), Marco Antonio Manzo (6), Jorge Fitch /6), Rubén Esquivias (3), Eradio Burruel (9), Andrés “Avestruz” Rodríguez (8) y Juan de Dios Villarreal (2). Virgilio Arteaga, el mánager. Al siguiente año volvieron a ser campeones.

Para la siguiente campaña Hermosillo envió a Chuy Bustamante a Empalme por Ramón “El Diablo” Montoya y el canje le cayó a las mil maravillas.

Por primera vez promedió sobre la cifra mágica en el circuito (.302), el cuarto mejor de la campaña, además de ser el campeón fildeador con .949.

23 juegos pegando de hit

Pero lo más formidable fue la racha que tuvo entre el 25 de noviembre de 1961 y el 7 de enero del 62 al pegar de hit en 23 juegos consecutivos.

Esa gran racha de lo que fue la cuarta temporada de la Invernal de Sonora, la detuvo Miguel Sotelo el 12 de enero de aquel 62.

Bustamante había superado los 19 en juegos consecutivos que conectaron un año antes Guillermo “Diablo” Núñez, de Obregón, y Ramón “Palmilla” González, de Empalme (había iniciado la campaña con Guaymas).

Los 23 de Bustamante fueron superados primero por Carlos “Chaflán” López (25), luego siguió Andrés Mora (29) y finalmente, está vigente en 35 cuando Christian Quintero vio cortada su racha en los Mochis ante el pitcheo de Rigoberto Beltrán y Mauricio Tequida (12 de diciembre de 2005).

Se acercó el “Clipper” Montemayor

En la siguiente temporada volvió a batear sobre .300 (.308), con cinco jonrones y faldeando para .939 para quedarse con el subliderato, debajo de José “Zacatillo” Guerrero (.942), de los Cañeros de los Mochis.

En esa campaña Felipe “El Clipper” Montemayor jugando para Obregón estuvo a punto de empatarle la marca de juegos consecutivos pegando de hit al quedarse con 22 al ser detenido por César “Oloroso” Gutiérrez, quien lo ponchó dos veces, además de otorgarle par de boletos gratis.

Mejor bateador

En la temporada 62-63 encontramos a Chuy Bustamante con los Yaquis de Obregón con quienes elevó su porcentaje a .311, nueve jonrones 43 impulsadas y 39 anotadas, las mejores cifras de su carrera hasta ese momento en la pelota invernal.

En el verano del 64, tras tres años de ausencia de la Mexicana, llegó a los Charros de Jalisco y ahí también siguió con su gran ritmo bateador: .308.

Volvió en invierno a Obregón y promedió .262 y al siguiente año jugó con Navojoa. Para el siguiente verano apareció con el Aguila de Veracruz y de nuevo superó la cifra mágica: 312.

Sus mejores números

Con los Mayos en la 65-66 tuvo otra formidable campaña: .316, con 10 de vuelta entera y 51 producidas. Fueron sus mejores números ofensivos en la pelota invernal.

En fildeo quedó tercero (945) abajo del campeón Héctor “La Malita” Torres, de Mazatlán y Rogelio Jiménez (951) de Culiacán.

También ese año Héctor Espino se acercó a su marca de juegos seguidos pegando inatrapables al quedarse con 21 cuando Steve Dalkewski, de los Venados, pintó en blanco a Hermosillo dejándolos en dos hits.

Bustamante, estuvo con el Aguila cinco campañas y luego fue enviado a los Pericos de Puebla en 1966 y con ellos promedió .310. Fue con este equipo donde el 67 se dio el lujo de ¡pegar tres triples consecutivos! al pitcheo de Monterrey!

El 68-69 retornó a los Naranjeros (.243) y en la 69-70 estuvo en plan grande con Guaymas manteniéndose en el liderato ofensivo por varias semanas, pero bajó su ritmo bateador y terminó con .282); sin embargo Hermosillo lo llamó para los play ffs.

Finalmente tras jugar con Guaymas el 70-71, al siguiente verano (71) Chuy se despidió del béisbol activo con los Leones de Yucatán dando con ellos sus últimos doce imparables, terminando esa campaña con .267.

Por supuesto que aún hay más detalles en la historia de Chuy Bustamante, lo que dejaremos para la siguiente ocasión. Por hoy, nuestros respetos a su notable trayectoria en nuestro béisbol profesional.

Lanzando para home



Martes 30 de Octubre de 2007
El zurdo Jon Lester de los Medias Rojas, se convirtió en el tercer novato en ganar el juego decisivo de una Serie Mundial. El primero fue Ernie “Tiny” Bonham de los Yankees que lanzando ruta completa el 6 de Octubre de 1941 en el parque de los Dodgers el Ebbetts Field de Brooklyn, ganó por 3-1 el quinto partido y con ello los Yankees se llevaron el clásico. Whit Wyatt que había ganado el primero por 3-2 a Spud Chandler, fue el derrotado. Uno muy conocido de la vieja fanaticada de la costa mexicana, pues militó con los Venados, Eddie Ford, mejor conocido como Whitey, estaba blanqueando 5-0 a los Filis y le hicieron dos carreras en la novena, teniendo que venir Allie Reynolds a ponchar a Stan Lopata para el out 27. Eso pasó en el Yankee Stadium el 7 de Octubre de 1950, ganando los Yankees los cuatro juegos a los Filis.

Otro conocido de Obregón y de Mazatlán, pues alineó con esos equipos en diferentes épocas, Willie Mays Aikens, hizo algo que nadie ha igualado. Conectar dos jonrones en dos juegos de la misma Serie Mundial. Jugando la primera base para los Royals de Kansas City, en la serie de 1980 contra los Filis de Filadelfia, le conectó dos cuadrangulares a Bob Walk en el primer partido celebrado en el Veterans Stadium. Uno fue en la tercera con uno a bordo y repitió la dosis en la octava con un corredor, produciendo 4 carreras, pero de todas maneras ganaron los Filis por 7-6. En el juego cuatro en el Royals Stadium, le bateó cuadrangular con uno a bordo en la primera entrada al pitcher Larry Christenson y en la segunda a Dickie Noles sin gente en los senderos. Este partido si lo ganaron los Reales por 5-3, pero los Filis ganaron su única Serie Mundial.

Willie Mays, considerado por muchos como el mejor pelotero de todos los tiempos, se le recuerda por la gran atrapada que hizo en la Serie Mundial de 1954, cuando los Gigantes de Nueva York que no eran los favoritos, le dieron una repasada a los Indios de Cleveland. La jugada de Mays vino en el primer juego celebrado en el Polo Grounds, que tenía un callejón center-right de 480 pies. Con dos en base sin out, con el juego empatado a dos carreras, vino el batazo de Vic Wertz, que en cualquier parque hubiera sido jonrón, pero ahí, Mays realizó la más sensacional de las atrapadas y evitó que Cleveland y Bob Lemon ganaran ese partido, que posiblemente hubiera cambiado el devenir de esa serie. Mays a la ofensiva estuvo parco, pues solo bateó 4 sencillos en 22 turnos para un raquitico .182, pero la atrapada valió por un jonrón de tres carreras. En cuatro series, Mays, cometió un solo error y fue cuando ya estaba al final de su gran carrera en 1973 con los Mets, cuando se enfrentaron a los Atléticos de Oakland.

En esa Serie Mundial de 1954, se enfrentaron los dos campeones bateadores y ambos se vieron muy mal. Mays bateó un .182, pero el mexicano Beto Avila estuvo peor con un .133. En 1909 se vieron las caras los dos campeones bateadores, Ty Cobb de los Tigres que terminó con .377 y Honus Wagner de los Piratas con .339. Los bucaneros se llevaron la serie en siete juegos y el Holandes Volador terminó con .333, mientras fallaba El Durazno de Georgia con un pobre .231. En el clásico de 1931 también estuvieron los líderes en bateo, Chick Fagey con .349, pero falló en la serie con apenas .167, aunque Cardenales venció 4-3 a Atléticos. Al Simmons ganó con un alto .390 y en la serie terminó con .333. En las últimas décadas no se han enfrentado los campeones bateadores de cada liga en la serie de Octubre…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Rodrigo Elizalde Carrillo

* Gran atleta en la Unison; también excelente receptor, entrenador e instructor de béisbol y softbol.

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Pasada “la euforia” del Clásico otoñal, debo decirle que de los grandes receptores del béisbol y softbol sonorense, sin duda alguna, Rodrigo Elizalde.

La generación de jóvenes universitarios de principios de los 70s del alma mater sonorense, siempre le hemos guardado gran aprecio, admiración y reconocimiento.

Fue en su época un gran receptor y excelente bateador como jugador activo y luego también trascendió por sus enseñanzas y orientaciones como entrenador y maestro de educación física en ambas disciplinas.

Así mismo, entre 1958 y 1966 destacó como atleta representativo del alma mater en las especialidades de 100 y 200 metros planos, además de jugador en las ligas municipales y con la selección Búhos de la Unison, asistiendo a diversos campeonatos estatales y nacionales.

En su carrera deportiva siempre se distinguió por su entrega, carácter, disciplina, además de su compañerismo y liderazgo de equipo.

A Rodrigo se le vio como gran bateador y gran “mascoteador” en los nacionales de softbol y béisbol en Durango, Monterrey, Obregón, Hermosillo y otras ciudades.

También destacó en sus facetas de mánager e instructor y en ésta última función recibió cínicas deportivas en la Universidad de Arizona, Flagstaf y la Confederación Deportiva Mexicana.

Fue por ello que con esa formación deportiva logró integrarse como maestro de educación física a la Universidad de Sonora y al Gobierno del Estado entre 1961 y 1971.

Sin duda que toda su experiencia adquirida como jugador de softbol y béisbol la compartió y entregó a las distintas generaciones de jóvenes estudiantes que atendió en la máxima casa de estudios de Sonora.

Los 70´s

Precisamente a principio de los 70´s, fue él y el profesor Gustavo Hodgers quienes en el campus universitario recibieron el encargo de las clases de educación física de lo que fue la Preparatoria Central de la Unison en las áreas de béisbol y softbol.

En lo particular, imposible olvidar sus enseñanzas de los fundamentos de béisbol, técnicas de fildeo, bateo y deslizamientos (“barridas”), lo que por supuesto ser agradece en el tiempo.

En una época Rodrigo ayudó al maestro Hodgers tanto con la selección “grande” de los Búhos, como con las fuerzas “básicas”, del equipo representativo, o sea los jóvenes de la entonces Preparatoria Central de la misma Unison.

Era el entrenador del equipo de softbol de la preparatoria y cuántas enseñanzas nos dio en esos días ahí en lo que fue el parque ubicado donde hoy se encuentra el Centro de las Artes, a un costado del viejo y desaparecido Gimnasio Universitario.

También con Rodrigo compartí una temporada de la liga de softbol municipal con el equipo “Benavides” donde él era el receptor titular.

Destacó como atleta

Sus días como atleta universitario forman parte de los grandes momentos en la historia del deporte búho.

Destacó entre 1959 y 1966 en el atletismo en las especialidades de 100 y 200 metros planos participando en diversas competencias.

Le tocó ver acción en aquellos famosos Juegos Deportivos Universitarios del Noroeste, además de los Intersecundarianos en las décadas de los 50´s y 60´s.

Con Miguel Angel Cortés, Alfonso Romero Huerta, también candidato a ingresar al Recinto Sagrado sonorense, así como Eduardo Coker, ganaron la medalla de oro en 200 metros de los II Juegos Deportivos Universitarios de 1957, entre otros grandes triunfos.

Fue la época de grandes atletas búhos como el mismo Alfonso Romero Huerta, quien en 1954 le tocó dar el mensaje de bienvenida al presidente de México, Adolfo López Mateos, quien iunauguró el estadio “Miguel Castro Servín; uise G

Hoy es candidato, por tercera y última vez, a ingresar al Salón de la Fama del Deportista Sonorense y serán los colegas cronistas de toda la entidad quienes habrán de dimensionar su trayectoria.

El año pasado la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE), le rindió gran reconocimiento en lo que fue la VI Ceremonia de Premio al Mérito.

En tan noble ceremonia tambien fueron homenajeados destacadas personalidades del deporte como Antonio “Chapito” Flores Grijalva, Francisco “Dadá” Burruel, Ernesto Ogarrio Huitrón, Armando Valdez Muñoz, Sigifredo Arredondo, Rafael “Falo” Ibarra, Arnoldo Mercado Ramos, Víctor Manuel “Chato” Gómez, Jesse Armenta y Carlos “Guny” Rodríguez, así como al ganador del Galardón como Mejor Comunicador por Trayectoria, en Sonora, 2006, Oscar Ismael Villacarra Vergara.

En tan recordada ceremonia se tuvieron como invitados especiales Ronnie Camacho y “Mi sangre”, el doctor Vicente Arturo Carranza Fernández… y en ese contexto, la gran figura de Rodrigo Elizalde.

Enhorabuena.

Lanzando para home


Lunes 29 de Octubre de 2007

La Liga Nacional empezó a funcionar en el año de 1876 y la Asociación Americana en 1882. Se pusieron de acuerdo los dos dueños de jugar algunos partidos entre si, en diferentes ciudades. El 6 de Octubre en Cincinnati ante 2,700 aficionados los Red Stockings se enfrentaron a los White Stockings de Chicago, ganadores de la Liga Nacional, manejados por el legendario “Cap” Anson, perdiendo por 4-0. Al día siguiente en Chicago el campeón de la Liga Nacional ganó por 2-0. Al terminar ese encuentro, el presidente de la Asociación Americana, Denny McKnight, prohibió los juegos interligas, aunque algunos la han llamado la Primera Serie Mundial. Al año siguiente de nuevo se enfrentaron los dos campeones, que fueron los Beaneaters de Boston y los Atléticos de Filadelfia. Hasta 1891 jugaron entre si los ganadores de cada liga, pero nunca reglamentaron bien esas series.

Después de una guerra entre las dos ligas, la Nacional y la Americana, llegaron a un acuerdo de jugar una serie final entre los campeones y le nombraron “Serie Mundial”. El primer juego celebrado en el Huntington Avenue Grounds de Boston el jueves 1 de Octubre de 1903, que solo tenía capacidad para 9 mil aficionados, tuvo oficialmente una asistencia de 16,242 personas, que invadieron el terreno de juego y había aficionados casi en la media luna y atrás del catcher, llevándose a cabo con reglas especiales, pues los jardineros estaban pegados a los jugadores de cuadro. Los Piratas ganaron 7-3 con crédito para Deacon Phillippe, perdiendo Cy Young, ambos en ruta completa. El viernes controlaron mejor la entrada al parque y asitieron 9,415, que vieron ganar a sus “Pilgrims” por 3-0 con gran pitcheo de Bill Deennen. El estadio de Pittsburgh se llamaba Exposition Park, que también era de madera, pero tenía más aforo. La serie fue ganada por Boston en ocho juegos y asistieron 100,420 aficionados.

Fue hasta 1912 cuando Boston con el nombre de Red Sox, volvieron a llegar a un clásico de otoño, precisamente cuando inauguraron el Fenway Park. Tuvieron un pitcher que ganó 34 juegos, Joe “Smokey” Wood y grandes jardineros como Duffy Lewis, Tris Speaker y Harry Hooper. Se enfrentaron a los Gigantes de John McGraw y en el primer juego celebrado en el Polo Grounds ante 35,420 aficionados, Wood derroto 4-3 al novato Jeff Tesreau. La serie se fue al séptimo juego, ganando Boston por 2-1 en 10 entradas y asistieron a toda la serie, 252,027 fanáticos. En 1914 habían jugado Boston (Bravos) contra Filadelfia (Atléticos) y en 1915 de nuevo las mismas ciudades, pero diferentes equipos, Medias Rojas de Boston y Filis de Filadelfia. Ya estaba Babe Ruth como pitcher, que había ganado 18 juegos, pero solo lo utilizaron una vez como emergente, dando un rodado al cuadro. Los Medias Rojas ganaron en cinco juegos.

Repiten Medias Rojas en 1916 y ahora Ruth que ganó 23 juegos en la temporada regular, lanza un partido para la historia, cuando permite una carrera de los Robins de Brooklyn en la primera y termina ganando 2-1 en 14 entradas. Los Medias Rojas se llevan el título en cinco partidos, con dos triunfos para Ernie Shore, uno para Ruth y el otro para Dutch Leonard. En 1918, Ruth era el pitcher estrella de Boston y le tocó abrir la serie contra los Cachorros el 5 de Septiembre, debido a la Primera Guerra Mundial. Fue un juegazo que le ganó 1-0 a Hippo Vaughn. Entre Ruth y Carl Mays se llevaron los cuatro triunfos de los Medias Rojas. Cuando fue vendido Ruth a los Yankees al terminar la temporada de 1919, nació la maldición y así fue que tras 86 años volvieron a ganar la serie hasta el 2004…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

¡Vibra la Nación Roja!


jarubio@guaymas.uson.mx

Finalmente, ¡… en 4!

Igual que en el 2004.

La Nación Red Sox, La Nación Roja, vibra por su segundo campeonato mundial en cuatro años.

El Gran Tren Rojo; el Ejército Rojo; la Aplanadora Roja, como le quiera llamar, respondió a la expectativa y de qué manera.

Ahora, Boston logró siete victorias al hilo tras estar a una derrota de ser eliminados por los Indios en la serie por el campeonato de la Americana, ganándoles los últimos tres e ir al clásico otoñal.

En el 2004, se levantaron con cuatro victorias consecutivas ante los Yankees que los tenían 2-0 en contra y luego barrieron con los Cardenales, para ocho triunfos consecutivo y obtener en 86 años lo que fue su sexto banderín mundial…. Y acabar con “La Maldición de Ruth”.

Hoy, esta noche de domingo, alcanzan en su historia su séptima corona otoñal y de qué forma ante unos Rockies prácticamente indefensos ante el poderío Red Sox y afectados por el largo descanso de ocho días cuando ganaron su primer boleto para una Serie Mundial.

Seguramente desde hace unos minutos, qué fiesta y atmósfera de triunfo se ha de estar viviendo en la Nueva Inglaterra, en la Nación Red Sox.

Mike Lowell, el Jugador Más Valioso, vuelve a la cima y se cotiza tan alto como cuando también en el 2003 fue campeón con los Marlins de La Florida. Será agente libre, pero no tan fácil habrá de salir de Boston, ya verá.

Su cuadrangular y el .400 (1HR y 4 CP) que promedió en los 4 partidos, le dieron los merecimientos para llevarse el título de JMV y en horabuena para el borinqueño de apellido inglés.

Jonathan Papelbon volvió al ruedo y ya vio la forma en que sacó con su pitcheo y velocidad de más de 95 millas por hora los últimos cinco outs, cerrando con broche de oro un ponche que ¡que supo a gloria! para su tercer salve de la serie.

El cuadrangular inesperado, como emergente, de Bobby Kielty, finalmente fue la diferencia del juego luego de que Colorado amenazó y en serio tratando al menos de empatar el cartón a 5.

Esa línea contra la barda del izquierdo en la novena del también emergente Jamey Caroll, parecía la del empate, pero todo quedó en eso y el score final de 5-4 prevaleció para la coronación bostoniano y su gran mánager Terry Francona.

Sin duda, Boston respondió a los pronósticos con un poderosos equipo en todas sus líneas, con un pitcheo que se dio el lujo de tener inactivo a Tim Wakefiel, lesionado, pero ya vio su sustituto de hoy, Jon Lester, fajándose a la altura de este nivel de juego en Serie Mundial.

Los Big Papi, Manny, Youkilis, Crisp, Varitek, Pedroia, Lugo, Beckett, Schilling, Lester, Matsusaka, Timlin… uf, ¡clase de equipo que armó este año John Henry, el propietario d ela histórica franquicia.

Y no hay de otra, amigos:

¡Viva la Nación Roja!

domingo, 28 de octubre de 2007

Nation Red Sox

De Campeonato
Asención Sánchez Vázquez

Cuando se supo que por solo sentarse a negociar la contratación del japonés Daisuke Matsuzaka los Medias Rojas de Boston debieron pagar 50 millones de dólares, el escándalo fue mayúsculo, pero cuando a esa cantidad se añadieron 53 millones más de "cueros de rana" para vestir la franela, muchos fueron los que pidieron manicomio para el propietario, directivos y cuerpo técnico de los hoy campeones de la MLB.

En cuatro temporadas dos títulos después de no hacerlo desde 1918 del siglo XX. Uff. Y si alguien hubiere dicho que en el segundo campeonato Boston acumularía 8 juegos ganados mediante barridas a Cardenales de San Luis el 2004, y a Rockies de Colorado hace unos minutos, y que en ésta justa no influyeríann lo esperado el tercero y cuarto bate, David Ortiz y Manny Ramírez, no pocis hubieran pensado que tales misiones eran imposibles.

El boricua Mike Lowell, terriblemente sobrio en actitud, resultó el jugador más valioso pese a información extraoficial de no interesar más a los hoy campeones, para la temporada 2008. Seguramente la elección del JMV no fue tarea fácil. El cerrador Jonathan Paperbon debió estar en la terna junto al novato revelación que lució enormidades en el jardín centrral, pero mucho más a la hora de batear y gorrear y correr las bases, Jacoby Ellsbury.

Poco le importó a Boston que Colorado viniera de ganar 21 de sus últimos 22 juegos de fin de temporada y playoffs; igual los barrieron y vencieron en su propia casa, como lo hicieron el 2004 en el estadio de los Cardenales de San Luis. La maldición del Bambino se rompió hace tres años, pero hoy la pulverizó el equipo con la segunda nómina más alta de las GFrandes Ligas, solo superada por Yanquis de Nueva York que no saborea corona desde el año 2000.

Jon Lester venció al cáncer, pero también a los Rockies, a pesar de no haber subido a la loma desde el pasado miércoles 26 de septiembre. Terry Francona no se equivocó. Como no lo hizo al dejar la gerencia del equipo el 2004 para ganar la serie mundial. Y con Boston, como en Rockies, y el resto de equipos de la gran carpa, sobran los protagonistas con apellidos latinos y eso es cosa buena después de tantos años de racismo.

Curt Schilling se retira como campeón.

Y yo me voy a dormir.

Babalú.

Cien

Corría el martes 18 de Septiembre y los teclazos de Asención "Tibo" Sánchez anunciaban la tercera llamada cual umpier en pleno play ball. La Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos tenía ya en línea, su propio portal informativo en la Internet.

Hoy a 41 días de ese momento, estamos llegando a nuestra publicación número 100 por parte de nuestros 8 colaboradores, contabilizando hasta el momento:

39 turnos al bat por parte de Jesús Alberto Rubio
33 magníficos lanzamientos para home por parte del maestro Alfonso Araujo Bojórquez.
10 fotografías para el recuerdo
10 colaboraciones para la Red Mexicana de Investigación y Béisbol
5 participaciones de un servidor,
4 momentos para recordar por parte de nuestro Director General, Asención Sánchez Vázquez
4 colaboraciones con sentido joven por parte de Oscar Iván Villareal
2 grand slam por parte de Carlos Alberto Morales
2 aportaciones del "Cardenal", Francisco Rodríguez y finalmente,
1 nota informativa desde el Salón de la Fama con Magdalena Rosales Ortíz

¡Y vamos por más! que aún no cae el out 27. Nuestra siguiente misión, ampliar el cuerpo de colaboradores para abarcar más deportes.

Gracias a nuestros lectores.

Lanzando para home


Domingo 28 de Octubre de 2007

Por primera vez en la historia de las Series Mundiales, dos novatos abrieron la alineación de un equipo. Ellos fueron Jacoby Ellsbury en el jardín central y Dustin Pedroia en la segunda base. Ese movimiento que hizo el manager Terry Francona le funcionó a la perfección, pues Ellsbury bateó cuatro imparables, siendo tres de ellos dobletes, empujó dos carreras y timbró otras dos. Pedroia por su parte soltó tres líneas, anotó una vez y empujó dos compañeros. Es apenas el tercer novato que batea cuatro hits en un partido de Series Mundiales. En el quinto juego de la serie de 1924, el novato Fred Lindstrom, que cubrió la tercera base para Gigantes de Nueva York, bateó de 5-4 en el Polo Grounds en la victoria de 6-2 sobre los Senadores. El catcher Joe Garagiola de los Cardenales lo hizo en el Fenway Park contra Medias Rojas el jueves 10 de Octubre de 1946, apaleando San Luis 12-3 a Boston y ganando el clásico en siete partidos, anotando la carrera del triunfo Enos Slaughter.

También el novato Ellsbury, nativo de Madras, Oregon, se convirtió en el segundo bateador que consigue dos dobletes en la misma entrada. En la tercera abrió con uno de ellos por el izquierdo y anotó con otro de David Ortiz, volvió a pararse en la caja de bateo y de nuevo llegó a segunda con un batazo de dos estaciones por el prado central, empujando a Julio Lugo y enviando a tercera al pitcher Matsuzaka. En la octava sobre Brian Fuentes bateó su tercer doble y empujó de nuevo a Lugo al pentágono. El primero en realizarlo fue Matt Williams, tercera base de los Diamondbacks de Arizona en el Bank One Ballpark de Phoenix, también en un sábado 3 de Noviembre del 2001 en contra de los Yankees, que fueron apabullados por 15-2. Fue en el tercer inning., cuando Williams le pegó el primero a Andy Pettitte y el segundo a Jay Witasick, donde hicieron ocho carreras.

Escribimos ayer sobre lo largo de algunos partidos en la pelota de invierno y todo se debe a la gran cantidad de pitcheres que se utilizan. En Denver hacía tanto frío, que los pitcheres constantemente tenían que soplarse las manos a la hora de hacer los lanzamientos y ese fue un factor importante para que el tercer triunfo de los Medias Rojas se consiguiera en 4 horas y 19 minutos, imponiendo nuevo récord en Series Mundiales. La marca anterior en un partido nocturno se impuso en el Veterans Stadium de Filadelfia, el miércoles 20 de Octubre de 1993, cuando duró 4 horas con 14 minutos y la causa principal fue el marcador final de 15-14 a favor de los Azulejos, que batearon 18 imparables por 14 de los Filis. En partido diurno el récord es de 3.48 horas en el Three Rivers Stadium en la ciudad del acero, cuando los Orioles el sábado 13 de Octubre de 1979, vencieron a los Piratas por 9-6, pero se batearon 29 hits y se utilizaron ocho pitcheres entre los dos equipos.

El único bateador que ha conseguido 5 hits en un partido de Serie Mundial, es Paul Molitor de los Cerveceros de Milwaukee al iniciarse la serie de 1982 en el Busch Stadium de San Luis, cuando los Cerveceros ganaron por 10-0 a los Cardenales. En la primera entrada, sacó rodado a segunda sobre Bob Forsch, sobre el mismo pitcher sencillo en la segunda, en la cuarta con otro hit de una base, empujó una carrera, el tercero sobre Forsch fue en la sexta, el cuarto ante Dave LaPoint en la octava y el quinto ante los lanzamientos de Jeff Latí. Todos fueron sencillos. El pitcher victorioso fue el zurdo Mike Caldwell, con ruta completa. Cuando pertenecía a los Padres, lo enviaron a Obregón, donde pitcheó en la temporada de 1971-72, teniendo marca de 3-3 y 3.50 en efectividad…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Cornelio García: Premio a la Trayectoria


jarubio@guaymas.uson.mx

¡Enhorabuena!: Cornelio García fue hoy designado por la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE) para recibir este año el Trofeo “Premio a la Trayectoria”.

El actual coach de bateo de los Naranjeros de Hermosillo y quien sigue activo en la Liga Mexicana con los campeones Sultanes de Monterrey, recibió la valoración del comité directivo para recibir este homenaje y reconocimiento.

Cornelio García representa ya toda una identidad y un símbolo del Club Naranjeros.

Sus 19 años de Naranjero entre el 85-86 y el 2004-2005 arrojan fructíferos resultados, bateando en seis temporadas sobre los .300 y ubicándose como uno de los estelares de todos los tiempos de la franela capitalina.

Sólo él y Héctor Espino (1824, líder general) han conectado más de mil inatrapables en la historia de la franquicia, qué privilegio.

Fue en diciembre de 2003 cuando el nativo de Ensenada, BC, llegó a mil hits con el equipo Naranja ante Carlos Elizalde, hoy miembro del staff de pitcheo capitalino.

Cornelio García se quedó con 1,011 y ocupa la posición 12 de todos los tiempos del circuito.

Es actualmente el quinto con el mejor promedio al bat en la historia de la LMP con .288, sólo superado por el gran líder Héctor Espino (.329), seguido de Juan Carlos Canizales (.292), Matías Carrillo (.290) y Ramón “Diablo” Montoya (.289).

Dígame usted.

Otro momento relevante en su carrera fue cuando en la Serie del Caribe de 1990 celebrada en el Orange Bowl de Miami, fue ni más ni menos el campeón bat con .520.

El talento y capacidad de Cornelio también le llevó a tener la oportunidad de establecerse en Ligas Mayores tras jugar siete años en las sucursales de los White Sox de Chicago y Expos de Montreal.

Por supuesto que hay más y más en la notable trayectoria del No. 23 tanto en Series del Caribe como en la Liga Mexicana de Béisbol donde ya rebasó los dos mil hits, clase de bateador.

En el tercer juego contra Yaquis

La entrega del trofeo será el próximo jueves en el tercer partido de la serie contra los Yaquis de Cd. Obregón.

Confiamos que el reconocimiento sea en el quinto episodio cuando ya el ambiente en el “Héctor Espino” esté en todo su apogeo a fin de que en esos instantes reciba toda la ovación de los aficionados y jugadores.

¿Se imagina que firmas comerciales, aficionados, amigos, patrocinadores, el mismo Club Naranjeros se unieran a este homenaje como sucedía en antaño cuando llenaban de regalos a un jugador?

Además, para refrendar este testimonio de reconocimiento a Cornelio, en el próximo Desayuno Navideño 2007 de la asociación, será Invitado Especial acompañado de su familia.

El año pasado la ASOCRODE hizo entrega del “Trofeo a la Consistencia” a José Luis “Borrego” Sandoval y a Carlos Alberto “La Chispa” Gastelum, ahí mismo en el “Espino”.

Hoy, la ASOCRODE ha puesto en relieve la gran trayectoria de Cornelio García y sin duda, nuestros respetos.

También, un caballero del béisbol.

sábado, 27 de octubre de 2007

Lanzando para home

Sábado 27 de Octubre de 2007
Cuando Culiacán formó parte de la Liga de la Costa, tomaron el nombre de “Tacuarineros” y su color guinda se debió al Politecnico, donde estudió uno de los hermanos Peña Batiz. Fue el sábado 27 de Octubre de 1945, cuando en el Estadio de la Universidad, el famoso periodista capitalino Fray Nano, que además fue Alto Comisionado, lanzó la primera bola y el señor José Z. Espinoza, Presidente Municipal de Culiacán, inauguró la primera temporada. Los Ostioneros de Guaymas bajo el mando del cubano Agustín Bejerano ganaron por 2-0 con gran pitcheo de Julio Alfonso. Con los Tacuarineros, estuvo David Ocampo, que unos le decían “Llorona” y otros “Lloron”. No le hizo nada a Julio en cuatro turnos y lo ponchó dos veces. A la siguiente semana Culiacán jugó en Mazatlán y ahí Ocampo, bateó el primer jonrón, que por cierto fue de campo, para los “Tacuarineros”. Ocampo acaba de morir en Hermosillo.

Por tercer día consecutivo, hubo nuevo líder bateador. Primero estaba Jorge Padilla de los Yaquis, luego el joven Jesús Cota de Hermosillo y para el sábado apareció el americano Jason Botts de los Yaquis con .407, pero muy cerca están Cota, Padilla y Cristhian Presichi de los Algodoneros, que está viviendo su mejor temporada en promedio, pues hace dos años, parqueó diez pelotas tras las cercas con los Aguilas de Mexicali. Los Algodoneros que están en primer lugar de bateo, tienen a cinco jugadores entre los mejores diez. Presichi está en cuarto, pero cierran desde el séptimo al décimo con José Manuel Rodríguez, Jolbert Cabrera, Noe Muñoz y Jesús López, que se ha desplomado, después de estar encabezando la ofensiva. Otra sorpresa es Hernando Arredondo con los Aguilas, que le suena para .383.

Seguramente que la marca de menos tiempo en un juego de nueve entradas que es de 1.14 horas entre Hermosillo y Guaymas, nunca será superada, en cambio en partidos largos cada vez necesitan de más tiempo. El miércoles 25 de Noviembre de 1987 en Guasave, los Cañeros vencieron 13-10 a los Algodoneros, parando el reloj en 4 horas con 39 minutos. Los pitcheres de Guasave regalaron 13 bases y los de Mochis 10. Pero en postemporada en Mexicali el miércoles 10 de Enero de 1990, los Ostioneros ganaron por 11-9 en un partido que duró 4 horas con 40 minutos. No sabemos realmente a que se debió, pues no hubo tantos lanzadores por cada equipo. Ahora esos tiempos quedan obsoletos, comparado con lo que sucedió en Mazatlán el pasado viernes, cuando Guasave ganó por 10-8 y se consumieron en las nueve entradas, nada menos que 4 horas con 45 minutos, para nuevo récord.

En el mismo día, pero diferente año, fueron despedidos dos manejadores. El viernes 28 de Octubre de 1988, le dieron las gracias a Miguel Sotelo los Ostioneros y pusieron en su lugar a Derek Bryant, que debutó con una derrota de 6-1 ante los Yaquis en el Estadio Abelardo L. Rodríguez. Al mismo tiempo dieron de baja al catcher Garret Nago, al tercera base, Bob Mitchell y al jardinero Darryl Motley. Dos días más tarde le cortaron la cabeza como manager a Elliott Wills los Naranjeros. El lunes 28 de Octubre de 1991, se dio a conocer que Maximino León, dejaba de ser el manager de Hermosillo y lo sustituía Tim Johnson, que debutó el martes con un triunfo de 1-0 con jonrón de Bryn Kosko sobre los lanzamientos de Jesús “Chito” Ríos de los Venados de Mazatlán. Fue tan bueno el cambio, que Naranjeros ganó el título…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

jueves, 25 de octubre de 2007

Lanzando para home

Jueves 25 de Octubre de 2007

Varios récords se rompieron y empataron al celebrarse el primer partido entre Medias Rojas y Rockies. Por lo pronto las 13 carreras de Boston, supera las 12 de los Yankees al abrir la serie de 1932 en el Yankee Stadium el 28 de Septiembre, al terminar venciendo 12-6 a los Cachorros de Chicago. No tuvieron compasión y los barrieron en cuatro juegos, anotando 37 por 19 de los oseznos. Lo mismo hicieron los Bravos de Atlanta en el mismo parque de Nueva York el domingo 20 de Octubre de 1996, cuando se llevaron el primero por 12-1 con triunfo para John Smoltz y derrota para Andy Pettitte. Lo malo para la escuadra de Bobby Cox, que perdieron la serie en seis juegos, siendo la otra victoria de Greg Maddux. Hay tres equipos que anotaron 11 carreras en un primer juego de Serie Mundial, siendo los Medias Blancas en 1959 ante Dodgers, los mismos Dodgers de 1978 ante Yankees y Medias Rojas del 2004 frente a Cardenales.

Hacía mucho tiempo que un equipo en éstos clásicos no bateaba ocho dobletes, como lo hicieron los Medias Rojas ante el pitcheo de Colorado, siendo dos de Kevin Youkilis, otro dos de David Ortiz, uno de J. D. Drew, otro de Manny Ramírez, el séptimo de Jason Varitek y el octavo de Mike Lowell. El último equipo en hacerlo fue Piratas en la serie de 1925 en contra de los Senadores en el Forbes Field, cuando ganaron el partido decisivo por 9-7 y todos los dobletes fueron ante el pitcheo de Walter Johnson que lanzó toda la ruta con 15 imparables. Los primeros en imponer marca fueron los Medias Blancas en la serie de 1906, cuando se enfrentaron a los Cachorros de la misma ciudad de Chicago. Conocidos como “Las Maravillas sin Bateo”, los patipálidos batearon 8 dobles, cuatro del segunda base, Frank Isbell, que dejó esa marca hasta nuestros días y terminaron ganando por 8-6 en el West Side Grounds, la casa de los Cachorros, pues el ahora famoso Wrigley Field no se había construido.

En ese quinto partido de la Serie Mundial de 1906, además de los ocho dobles de los Medias Blancas, los Cachorros batearon tres más, en las personas del manager y primera base, Frank Chance, el jardinero derecho, “Wildfire” Schulte y el tercera base, Harry Steinfeldt, para sumar once entre los dos, constituyendo una marca, que acaba de ser rota en el partido que ganó Boston por 13-1 a los Rockies. A los ocho dobles de los Medias Rojas, hay que agregar dos de Troy Tulowitzki que los bateó en la segunda, produciendo la única carrera de los Rockies y el otro al mismo pitcher Beckett en la séptima. El tercero fue de Garrett Atkins en la segunda, que timbró la carrera de Colorado y el cuarto lo bateó Todd Helton en el cuarto episodio, para sumar entre los dos equipos un total de 12 dobles, rompiendo el récord de 1906.

Al ponchar Josh Beckett a los primeros cuatro Rockies que fueron Willy Taveras, Kazuo Matsui, Matt Holliday y Todd Helton, se quedó a uno solo de la marca que ostentan los pitcheres Morton Cooper de Cardenales y Sandy Koufaxx de Dodgers. El derecho Cooper empezó ponchando a los primeros cinco Yankees que se le enfrentaron el domingo 11 de Octubre de 1943 en el Sportman’s Park de San Luis, pero al final perdió el duelo por 2-0 ante Spud Chandler y con ello los Yankees ganaron esa Serie Mundial. El zurdo Koufax lo hizo en el Yankee Stadium el miércoles 2 de Octubre de 1963, al iniciarse la serie, ponchando a los primeros cinco y el sexto Elston Howard elevo de foul al catcher. Koufax ponchó a 15 y ganó por 5-2 con ruta completa. También gano el cuarto partido por 2-1 al mismo Eddie Ford, barriendo a los Yankees…Después más lanzamientos.

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Lanzando para home

Miércoles 24 de Octubre de 2007

Que difícil es ser manager en el béisbol profesional, porque a las primeras de cambio es despedido, por la mala situación del equipo que está dirigiendo. Muchas veces el manejador no es tomado en cuenta para la formación del conjunto y esa decisión es por cuenta de los directivos. Cuando caen las derrotas, sobre todo en el comienzo de una temporada, siempre se las achacan al dirigente, porque aguantó mucho a un pitcher, porque no manda jugadas, porque deja que acribillen al lanzador que hace los roles de cerrador y tantas cosas negativas que le aplicamos los que escribimos o narramos éste deporte, a veces influenciados por los aficionados, que tienen todo el derecho del mundo, de estar enojados porque su equipo anda en mala racha. Dicen que en la política, como en el béisbol, necesitamos madurar para saber que habrá derrotas, algunas de ellas muy dolorosas. Con todo y eso, todo mundo quiere ser manager y me refiero a los peloteros profesionales.

Siempre ha habido comienzos malos y buenos. Los Yaquis de 1960, vivieron un vía crucis bajo el mando de Guillermo “Huevito” Alvarez, cuando abrieron con ocho derrotas seguidas, hasta que derrotaron a Empalme por 12-0 con gran pitcheo del zurdo Jesús Robles. En la siguiente semana fueron a la ciudad rielera, siendo limpiados, luego llegaron los Naranjeros y les aplicaron lo mismo, todavía el sábado 26 de Noviembre en Guaymas fueron blanqueados por 2-0 ante los disparos de Emilio Ferrer, hasta que el domingo con Guillermo “Gato” Vásquez ganaron 5-2 y por la tarde con Rubén Rendón en el cerro, vencieron 1-0 a los Ostioneros y se trajeron la serie. Poco después Alvarez fue sustituído por Daniel “La Coyota” Ríos, pero el barco siguió hundido y terminaron en la cola.

Pero el comienzo más desastroso lo vivieron los Ostioneros de Guaymas en 1968, con Ronnie Camacho en el timón. Eran los campeones de 1967 y tras de perder cinco juegos, ganaron el sexto en Mochis con trabajo monticular de Vicente Romo al son de 7-1, pero volvieron a la senda de la derrota, cuando llegaron a acumular once derrotas más. El lunes 28 de Octubre, destituyeron a Ronnie y le dieron la dirección a Guillermo Frayde, quien perdió cinco de seis y apareció el SOS de los directivos de Guaymas. Se reunieron en Obregón los seis directivos, junto con Horacio López Diaz y ahí surgieron los puntos y dividieron la temporada en dos vueltas. El que hiciera más puntos, era un finalista, luego los cuatro mejores de la temporada jugarian un round robin y el triunfador llegaba para la serie de campeonato. Como los Cañeros manejados por Benjamín “Papelero” Valenzuela se llevaron los puntos y obtuvieron el round robin, no hubo necesidad de una final y fueron proclamados los campeones.

Ese comienzo espectacular que llevan los Cañeros, me hizo investigar un inicio similar y me encontré que en 1976 los Naranjeros con Benjamín “Cananea” Reyes, empezaron con un 9-0, hasta que perdieron ante Guaymas y el pitcher Héctor Madrigal por 9-5. Recobraron su racha ganadora y fueron a Culiacán, donde llovió el jueves 28 de Octubre. El viernes ganan por 5-3 con John Urrea, el sábado fue por 9-4 con Pancho Barrios. El domingo quedan empatados a cero carreras en 12 entradas, pero el otro lo ganó Maximino León (3-0) por 3-1. Así que tenían 12-1, cuando los Mayos los derrotaron dos veces por 5-3 y 7-3. Los Naranjeros por supuesto fueron los líderes al final del rol regular, pero los sorprendieron los Venados que los pusieron fuera en una serie a un máximo de nueve juegos. Mazatlán más tarde ganó el campeonato ante Mochis…Después más lanzamientos.

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Laureano Camacho

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jaqrubio@guaymas.uson.mx

Laureano Camacho está conceptuado como uno de los mejores receptores mexicanos del béisbol mexicano de antaño; a la misma altura del gran Bernardo López de su época.

A Laureano se le conoció con los apodos “Kiriki”, “Narigón” y “Nerón” y fue también producto de esa ciudad vergel de grandes peloteros como es Empalme, la “Ciudad Jardín”.

Nació un 4 de julio de 1919 y desde muy pequeño se integró a un grupo de muchachos que como él, amaron al béisbol desde su más tierna infancia.

Fue de aquellos muchachos que en su juentud recibían en la población rielera a equipos de la Liga Veracruzana y de otras regiones, en especial de los Cafeteros de Córdoba integrado por grandes jugadores cubanos como René González, Armando “Indian” Torres, Ramón Bragaña y Agustín Bejarano, entre otros.


El equipo de Empalme se componía con puros nativos o avecindados desde niños en Empalme, como “Kiriki” Camacho, Angel Castro (nativo de Aguacaliente Choix, Sinaloa); los hermanos de Fundición, Guadalupe “Coty” y Alberto “La Comadre” Leal; el gran Jesús “Cochihuila” Valenzuela (de Culiacán) y su hermano Demetrio, pitcher también y Manuel “El Chueco” Lugo…

En el principio de su carrera “Kiriki” jugaba la segunda base, pero luego decidió convertirse en receptor para brillar en forma por demás intensa en esa posición.

Con los Azules de Veracruz

El tío del inmortal Ronaldo “Ronnie” Camacho debutó en la Liga Mexicana en 1940, ni más ni menos que con los Azules de Veracruz, quienes con un potente equipo plagado de estrellas fue el campeón, repitiendo en la siguiente campaña el galardón veraniego.

Realmente aquel equipo de Jorge Pasquel era una aplanadora en lo que se conoce como la época de oro del béisbol de México. Y con esa franquicia estaba el empalmense.

Ese año alternó con Joshua Gibson, a quien para desplazarlo se tenía que ser un superestrella o un jugador fuera de serie. Sin embargo, su trabajo fue tan bueno que logró ser el “Novato del Año”.

Sin duda que los Azules de Veracruz de 1940 figuran entre los mejores de la historia del béisbol profesional de México. En su roster tenían 6 peloteros que luego entraron al Salón de la Fama de Cooperstown como: Josh Gibson, Martín Dihigo, Leon Day, Ray Dandridge, Diablo Wells, James Cool Papa Bell.
Además, tuvo notables peloteros cubanos de la época, algunos legendarios: el mismo Lázaro Salazar, Ramón Bragaña, Lolo Correa y Santos Amaro.

También contó con negros americanos de gran calidad: “Brinquitos” Brown, Johnny Taylor, Roy Partlow, Double Duty Radcliffe y una base de mexicanos importante: Angel Castro, “La Comadre” Leal, Bugarini Valdez, Burbuja Vásquez… y Laureano Camacho.


Line up de espanto

Tan sólo admiremos aquel line up “de espanto” que el 20 de septiembre de 1940 presentaron los Azules en el Parque Delta:

Lázaro Salazar, en primera; Ray “Mamerto” Dandridge en segunda; Willie “Diablo” Wells en el short; Joshua Gibson en la receptoría; Martín Dihigo, jardinero derecho; Santos Amaro en el izquierdo; Lolo Correa en la tercera; Héctor Leal en el central y Johnny Taylor en la loma de los disparos.

El manager lo fue Jorge Pasquel, quien tomó el mando tras en Monterrey quitar del timón a Dihigo, misma decisión que también tomó contra el “Diablo” Wells y luego Ted Radcliff.


Claro que el pitcheo de los Azules era impresionante con Martín Dihigo, Lázaro Salazar y Benny Brown, además de Roy Partlow y Leon Day quienes llegaron de refuerzos.


En aquel lejano 40 la Mexicana contaba con el “Carta Blanca” de Monterrey, “Los Rojos” del México, “Los Gallos” de Santa Rosa (Que luego pasaron a Chihuahua) y los Azules en el puerto jarocho pero que luego por conflictos creados por gente del puerto pasó a la Cd. de México para jugar en el reconstruido Parque Delta.

Entonces…. Imagine usted ese riquísimo contexto de béisbol en el que comenzó la enorme trayectoria de Laureano.

Con el Unión Laguna

Para la temporada de 1942 se fue a jugar con el Unión Laguna, equipo que resultó campeón bajo la tutela del inmortal Martín Dihigo.

En esa campaña Carlos Colas fue el receptor y Laureano vio acción como segunda base formando la llave de dobles matanzas con el Ramón Lagunas.

En 1945 el equipo lagunero de Torreón abandonó la Liga Mexicana como muchos otros a buscar nuevos horizontes en lo que fue la Liga Nacional que celebraba su segunda temporada.

El equipo lagunero tuvo en la dirección Salvador Benavides y fueron campeones teniendo de gran ayuda en Jesús “Chanquilón” Díaz, Manolo Fortes, “La Tuza” Ramírez, López Roqueiro, Guadalupe Ortegón, Laureano Camacho, entre otros.

Los Algodoneros regresarían en el 49 bajo el mando de Memo Garibay y ahí estaba de nuevo Laureano Camacho junto al “Zacatillo”, “Chanquilón”, Leo Rodríguez, Pedro Orta, entre otros. Fue el año del nacimiento de la Liga Mayor de la Comarca.

Más tarde, en 1950 el Unión Laguna obtuvo su segundo y último campeonato del circuito veraniego, siendo Laureano el receptor titular. Ese año bateó .313, sólo superado en su equipo por José “Zacatillo” Guerrero (.327). Ahí también jugaron Agustín “Pijini” Bejerano, Otello Renfroe, Carlos “Cartucho” Regalado, Luis Favela, Tomás Arroyo, Obispo Miller y otra gama de jugadores.

En las temporadas siguientes dos campañas con el mismo Unión Laguna fue el mejor receptor al promediar .980 en el 51 y .984 en el 52 empatando con ello el récord impuesto por Truck Guerra del Monterrey en las temporadas 1939 y 1940 y que posteriormente también igualó Jaime Corella con los Sultanes de Monterrey en los años 1961-1962.

El mejor de todos

Lo cierto es que desde fines de los 40’s y principios de los 50’s, Laureano era considerado como el mejor cátcher mexicano.

Durante 14 años, desde su debut hasta 1953 cuando participó por última vez en la Liga Mexicana, fue uno de los peloteros más codiciados.

Su entrega, enjundia, coraje y todo lo que hace grande a un jugador en sus actuaciones, era la garantía que representaba para la franela que vistiera.

Brilló también en la Costa

Laureano Camacho también fue de los grandes peloteros en la historia de la Liga de la Costa del Pacífico al jugar con Venados de Mazatlán, Ostioneros de Guaymas, Yaquis de Obregón y Mayos de NavojoA.

Precisamente le tocó formar parte del primer equipo campeón de la Liga de la Costa (45-46), cuando los Venados de Mazatlán dirigidos por Manolo Fortes le ganaron la final a los Ostioneros de Guaymas, bajo el mando de “Pijini” Bejerano, quien recordará soltó en la primera base un fácil tiro ¡para que entrara la carrera del campeonato!

Era el cierre del treceavo capítulo cuando se presentó ese dramático desenlace: Manuel Magallón roleteó al short y cuando todo mundo cantaba el out, “Pijini” increíblemente perdió la pelota en el guante, por lo que “La Mala” Torres voló desde la segunda con la carrera del título ante la locura de la fanaticada mazatleca. Esta inolvidable historia ocurrió el 26 de febrero del 46.

También fue campeón en 1947-48 con los Ostioneros de Guaymas al lado de William “Barney” o “Grillo” Serrell, Theolic Smith, Julio Alfonso, Lonnie Sommers, Félix McLaurin, Bill Wright, Jesse Douglas, Juan Guerrero, Pancho Alcaraz, Santiago Ayala, Aurelio Espiricueta, Manuel Magallón, Enrique “Bacatete” Fernández y Luis “Tejano” Castro.

¡Clase de compañeros!

Sólo empalmenses

Me contó Ernesto “El Caballo” Jaramillo que en la Liga Invernal de Sonora formaron el Equipo de Empalme con puros nativos de la ciudad rielera.


”De manejador teníamos al “Kiriki” Camacho y ahí también estuvieron Ronnie Camacho, David García, Alonso “Lonchera” Ruiz, un servidor, “Pitito” Olea, Arnulfo “Negro” Manzo, “Pisi” Martínez, “Cala” Ibarra, Gustavo Mercado y Saúl “Silencioso” Villegas”.

También Ronnie Camacho lo recuerda con aquellas anécdotas de cuando tuvo dos pleitos, muy sonados en su época; primero con Henry Robinson en Culiacán en confrontación de casi media hora de “todos contra todos” y luego la vez en que noqueó al ampayer “Loco” Díaz en Navojoa.

“Fueron la comidilla de esos días de la Liga d ela Costa”, expresó con añoranza el gran “Ropero” de Empalme , quien de hoy a mañana nos ilustrará con más detalles de la trayectoria de su tío Laureano, ¿qué le parece?

Fallece David “Llorón” Ocampo

Fue parte de Hermosillo en la Liga de la Costa y la Invernal de Sonora

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Una vez más el béisbol está de luto.

David “Llorón” Ocampo, inmortal del béisbol de la Liga de la Liga de la Costa del Pacífico, falleció esta mañana de lunes en Hermosillo.

Su hijo, David Ocampo, en su tiempo gloria del volibol de la Unison y a nivel nacional, informó que su señor padre murió en su hogar a los 84 años de edad a causa de un paro respiratorio.

En menos de una semana dos grandes protagonistas y pioneros de la Liga de la Costa del Pacífico han fallecido: Alejandro “Cabezón” Uriarte y ahora David “Llorón” Ocampo.

Campeón con Hermosillo en Costa del Pacífico

En lo que fue la Liga de la Costa del Pacífico, David Ocampo fue parte de aquellos “Queliteros convertidos ya en “Presidentes” de Hermosillo que obtuvieron su primer banderín en la campaña 1946-47 bajo el mando de Art Lilly.

David fue compañero de Carlos Colás, Germán “Gordo” Bay, Virgilio Arteaga, Pepe Bache, el mismo Alejandro “Cabezón” Uriarte; Herman Reich, Narciso Thompson, Fermín “Burbuja” Vázquez, Lamberto Delgadillo, Manuel “Ciclón” Echeverría, Joe Valenzuela, Jorge Aguilar, Luis Torres, Fortunato Cota y Hub “Chutabaco” Kittle.

Pionero de la Invernal de Sonora

También integró al primero equipo de Hermosillo que inauguró en 1958 la primera temporada de la Liga Invernal de Sonora.

Esa ocasión el circuito jugó en forma semi-profesional y cada equipo (Hermosillo, Guaymas, Cd. Obregón y Empalme) alineó a cuatro elementos profesionales de la Costa del Pacífico y cuando menos dos novatos.


Compañeros de David Ocampo fueron José Eradio Burruel, Mario Durazo, Jorge Negrete, Marco Antonio Sánchez, Lalo Cota, Mauro Contreras, Nalo Vega, Blas Arredondo, Roberto “Chamaco” Vea, , “Kiki” Pérez, Marco Antonio Manzo, Marco Antonio Chán, Jesús “Chuy” Bustamante, “Balazos” Martínez, Tavo León, “Toto” Valenzuela... y el mánager, Virgilio Arteaga.

En esa edición, Hermosillo y Guaymas terminaron empatados en el primer lugar con 22-14, por lo que el banderín lo decidieron en un play off, coronándose los Ostioneros al ganar por partida doble los últimos partidos luego de dos victorias del equipo capitalino.

Ahí estaba David “Llorón” Ocampo, escribiendo con letras de oro otra página gloria del béisbol de época.

En paz descanse.

Lo mismo que Alejandro “Cabezón” Uriarte.

Joe Torre… y la vibra del béisbol

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Cuántas cosas en estos días… al fin Octubre, que nos embriaga en béisbol.

Ya ve qué reacción de los Red Sox y vuelven a la serie Mundial; ¡oh, Josh Beckett! y su galardón de JMV; la decisión de Joe Torre, rechazando la oferta de 5 mdd para el 2008 y qué disfrute de esa racha increíble de los Rockies para ir por vez primera al clásico otoñal.

Y a ver como les va con tanto día de “descanso” y entrenando bajo techo, ya sabes, por la nieve, ahí en la hermosa ciudad de Denver… de Castilla.

Y aquí en la LMP, el gran inicio de Naranjeros; el retiro del No. 19 de Miguel Sotelo; el deceso, inadvertido, de Alejandro “Cabezón” Uriarte; el rescate de la memoria viviente de Enrique “Bacatete” Fernández y entre ayer y hoy la del gran “Mánager Campeonísimo” Manuel “Shorty” Arroyo.

Por cierto, no hace ni un minuto que recibí amable llamada telefónica desde Cd. Juárez del hijo del gran “Shorty”, José Manuel Arroyo Soto, quien jugó también pelota profesional y semi-profesional… y pues imagínese qué emoción. Gracias, José Manuel.

Qué fraterno es el béisbol.

Bueno, también la excelentísima noticia de la recuperación de su cirugía que le corrigió un problema cardiaco al Paquín Estrada; la presencia del “Houston” Jiménez y de Roberto Mansur en el “Espino” que desea vestir de “lucifer” a Iván Terrazas; la boda de Luis Alfonso García, la fiesta de las Mascotas, llegó el otoño y el calor que no se quiere ir.

Octubre, octubre… ah, y la noticia de última hora: Mario Mendoza entra en sustitución de Bobby Magallanes quien no duró ni un suspiro con los fronterizos… y pues qué lástima ¿no?

Vibras del béisbol.

Vienen los Venados de Mazatlán al “Héctor Espino” desde este martes para una vez más medir fuerzas y mire usted quién los recibirá: Pancho Campos y pues… esa historia entre Los Mochis y Hermosillo usted la sabe mejor que yo.

Joe Torre

El Ing. Francisco “Paco” Salazar Encinas, de nuestro excelso gabinete del Comité de Apoyo de la ASOCRODE; nos pasó este documento en torno a Joe Torre, el cual por su vigencia e interés, aquí se lo paso.

“Bien hecho por Joe Torre.

Dejado esperando mientras la directiva de los Yankees debatían su futuro, Torre rechazó una oferta de un año y US$5 millones, que hubiera sido de dos años si los Mulos alcanzaban la Serie Mundial del 2008.

La porción del 2008 del contrato hubiera incluido US$1,000,000 por alcanzar la postemporada, así que hubiera sido un salario total de US$8 millones de ser así. Pero ése no es el tema.

A Joe Torre no se le trató con el respeto que su récord, más su dignidad personal, exigían. El récord por sí solo le daba a Torre el derecho de recibir más consideración. Dirigió a cuatro ganadores de Serie Mundial, ganó nueve títulos divisionales en forma consecutiva y llevó a los Yankees a 12 postemporadas al hilo.

Ese récord le debía valer un mejor trato de lo que le dieron los Yankees: dos semanas y media de incertidumbre sobre el destino de Torre después de la temporada regular. Cualquiera que fuera la decisión, un "sí" o un "no" inmediatamente después de la campaña hubiera sido lo apropiado.

Además, Torre se ha portado siempre con una dignidad y una clase que los Yankees quieren exhibir. Ningún manager de Grandes Ligas está bajo más escrutinio y presión que el piloto de los Yankees de Nueva York. Con consistencia ha manejado todas las exigencias del puesto, con la paciencia de un santo.

Pues bien...el récord de los Yankees en los últimos siete años no ha alcanzado las grandes metas de esta organización. Los Mulos no ganan la Serie Mundial desde el 2000. No llegan a la Serie Mundial desde el 2003. Peor todavía, Nueva York ha sido eliminado de la postemporada en la primera ronda en tres temporadas consecutiva. Pero, ¿cuánto de eso es culpa de Joe Torre?

Un análisis de cada derrota en postemporada de los Yankees, sobre todo en años recientes, revela que en cada ocasión los Mulos fueron derrotados por un equipo con mejor pitcheo, precisamente el tipo de pitcheo que gana en octubre.

El hecho de que los Yankees quizás eran favoritos en algunas de estas series demuestra que los que determinan eso de las apuestas estaban mal informados.

El año pasado contra los Tigres, o esta temporada contra los Indios, los Yankees se veían con un pitcheo que era capaz de frenar a cualquier line up, incluyendo la mejor alineación del béisbol. Los Yankees no tenían respuestas. Sus derrotas fueron tan sorpresivas.

Y esto no fue culpa directa de Joe Torre. ¿Protegió de manera constante a sus veteranos que habían estado con él desde la década de los 90? Sí, en los tiempos difíciles dependió dependía de ellos, y a veces excusaba el bajo rendimiento. Pero, ¿por eso no es capaz de dirigir a Nueva York?

Los Yankees de los últimos años han juntado equipos sumamente caros, con algunos veteranos bien pagados pero en declive, y otros totalmente egocéntricos, y ha caído a Torre hacer de todo eso un equipo. Lo hizo tan bien como cualquiera pudiera esperar.

Sólo en el último año empezaron los Yankees a darse cuenta de esto, y el conjunto empezó a juntar un buen núcleo de pitcheo joven. Esta es la ruta más segura hacia el éxito, aún si tienes US$200 millones para gastar.

Al final, el problema principal de los Yankees no ha sido Joe Torre. El problema principal ha sido la tendencia de los Mulos de adquirir a los nombres más sonoros por la mayor cantidad de dinero, aún cuando las carreras de algunos estaban en plena decadencia.

Es cierto, Torre era el manager mejor pagado de Grandes Ligas, en el equipo más caro del béisbol. No era una situación tan mala para él.

Pero al final, los Yankees aún le debían algo. Dado su récord como manager y como ser humano, lo que merecía era un nuevo contrato. Y si no era eso, lo mínimo que le debían era una decisión rápida sobre su futuro.

Después de que no hicieron eso, con uno de los mejores mánagers esperando y esperando, y cuando llegó una oferta que hubiera resultado en un año de puras especulaciones, pues aparentemente llegó la gota que colmó el vaso.

Bien hecho de parte de Torre. Como manager, y como hombre, Joe Torre merecía un mejor trato.

No va a ser fácil para el próximo piloto de los Mulos. Joe Torre va a ser muy difícil de sustituir en el dogout del Yankee Stadium.

Lanzando para home

Lunes 22 de Octubre de 2007
Es muy común en las crónicas escuchar: “pelota de tres, pelota de nadie”, pero en el Tomás Oroz se dijo: “pelota de cinco, pelota de nadie”. En la sexta entrada con dos outs y dos en base, Albino Contreras levantó muy alto la pelota enfrente del pitcher Pablo Ortega de Mazatlán, que levantó los brazos y dio dos paso adelante, a la jugada asistieron el tercera base, Freddy Sandoval, el short, Héber Gómez, el primera base, Sergio Gastelum y el catcher Héctor Paez. Todos se quedaron estáticos y la pelota picó entre ellos, anotando Jason Botts y Albino llegando hasta la segunda. Se consultó al anotador oficial, quien determinó que el error se le marcaba a Sandoval, porque según él, había pedido la jugada. En lo personal le hubiera dado hasta un doble. No se, si hayan cambiado, pero antes en una situación similar, se marcaba hit, cuando la pelota no tocaba a nadie.

He visto muchas jugadas, que no se han vuelto a repetir. De muchacho en Navojoa, cuado pasaba de los 14 años, me tocó ver en el Estadio Revolución un batazo muy alto por rumbo de tercera, que lo dio Pedro Comas de los Mayos y fue hacía donde estaba el cubano Mario Arioza, que venía con los Santos de Santa Ana en la Liga de Sonora, por allá a finales de los cuarenta. Como se jugaba de día, el fildeador levantó la cabeza y el sol se le metió en los ojos, bajando rápidamente la testa y la bola le pegó, levantándose de nuevo hacía arriba y al caer la tomó con su guante Arioza, para un out, no muy común.

Curiosamente contra los Venados, nos tocó presenciar otra jugada un poco fuera del contexto general. Era el domingo 29 de Octubre de 1967 en el Estadio Alvaro Obregón a la altura de la cuarta entrada, cuando Fidel Vega le dio la base a Pancho García, que se fue hasta tercera con imparable del Paquín Estrada. Al barrerse en tercera Pancho, tuvo un encontronazo con Manuelillo López, que perdió la pelota, pronto la recupera y lo toca, siendo marcado out por el umpire de home, Valentín Gómez Ruiz que fue a dar el veredicto, pues solo había dos umpires. Resulta que se dieron cuenta de que estaba tirada otra pelota y enseguida el manager Tomás Herrera de los Yaquis, fue a protestar. El umpire Gómez Ruiz, revisó la esferica que estaba tirada y la comparó con la que tenía Manuelillo, llegando a la conclusión de que había realizado el out con una pelota que se le salió de la bolsilla especial que usan los umpires para guardar las bolas.. Ese partido al final lo ganó Obregón por 3-2, con crédito para Enrique Castillo que relevó a Alfredo Meza.

El viernes 30 de Octubre de 1969 en el mismo parque de Obregón en la primera entrada, Memo Murillo de Guaymas le pegó sencillo al zurdo Alfredo Meza que ponchó al “Tawa” Lizárraga, vino base para Jesús Bustamante y el cuarto bat Greg Simas dio un batazo muy elevado que parecía que se llevaría la barda, pero Bustamante no estaba seguro y se quedó a mitad del camino entre primera y segunda, mientras el moreno Simms corría desde que dio el batazo. Pisó la primera y alcanzó a Bustamante. El primera base de los Yaquis, Ronnie Camacho, se dio cuenta de lo sucedido y le reclamó al umpire de primera que era Ismael Ruiz, quien contesto que no había visto la jugada, pues estaba atento al batazo. Al marcar out por regla a Simms, el manager de los Ostioneros, David García, se enojó tanto, que sacó el equipo del terreno y dijo que no seguiría jugando. Finalmente lo convencieron y el partido se llevó a feliz término, con una victoria de Guaymas por 5-1 con serpentina de Bob Johnson que recibió jonrón de Paquín Estrada, para la única anotación de Obregón…Después más lanzamientos.

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Pequeño Gigante: Manuel “Shorty” Arroyo

Fue el primer campeón bat y productor de la Liga de la Costa donde en su faceta de estratega conquistó 5 banderines, de los cuales ¡4 pudieron haber sido consecutivos!, pero…)

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Mire qué agradable noticia: He contactado con Juan Manuel Arroyo Ruvalcaba, nieto del inolvidable Manuel “Shorty” Arroyo, notable jugador y mánager de la vieja Liga de la Costa del Pacífico.

“Shorty” Arroyo, con altísimos méritos, forma parte íntima de la riquísima historia de aquellos grandes protagonistas de nuestro béisbol en México.

T tal cual lo he dicho en anteriores ocasiones, por su enorme trayectoria, por supuesto que merece un nicho de oro en el Recinto de los Inmortales en lo que puede ser la categoría de Mánagers.

Tan sólo su gran expediente nos dice que obtuvo ocho banderines: 5 en la desaparecida Liga de la Costa del Pacífico; tres en lo que fue la Liga Nacional y dos medios campeonatos.

El mejor…

Entre el 2006 y este año hice una encuesta sobre los Mejores Equipos del béisbol mexicano y en correspondiente al Antiguo, Manuel “Shorty” Arroyo quedó como el Mánager Ideal:

Así quedó esa lista de oro:

Guillermo “Huevito” Alvarez (SS), José Luis “Chile” Gómez, (2B), Angel Castro (1B), Pedro “Charrascas” Ramírez (JI), Felipe “El Clipper” Montemayor (JC), Epitacio “La Mala” Torres (JD), Luis “Molinero Montes de Oca (3B) y Bernardo López (C).

Lanzadores: Daniel “La Coyota” Ríos, Jesús “Cochihuila” Valenzuela, Panchillo Ramírez, Manuel “Ciclón” Echeverría, Fernando “Cocuite” Barradas, Alfonso “La Tuza” Ramírez y Alberto Romo Chávez. Mánager: Manuel “Shorty” Arroyo. Coach: Ernesto Carmona.

En el enlace web con Juan Manuel Arroyo nos informa del vínculos que aborda la vida de”Shorty” con preciosas imágenes de su paso por el béisbol (http://groups.msn.com/manuelshortyarroyo).

Serio y de entrega

El colega Antonio Elizarrarás Corona, desde Ecatepec, Estado de México, tiene conceptos interesantes en torno al inolvidable “Shorty” Arroyo:

“Siempre un jugador serio, muy entregado. No necesariamente un superdotado pero en todo momento, honesto con su desempeño y pujante en su bateo.

Si mal no recuerdo lo de "Shorty" le viene no sólo por su corta estatura, sino porque, al parecer, tuvo casi siempre la rara virtud de poner la pelota, salida de su bat, atrás de las almohadillas.

Como mánager transitó con gran éxito, además de ser reconocido por su inteligencia, honestidad y entrega. No es de los iconos, pero si es de los que se les recuerda con agrado, con cariño y con mucho, mucho respeto”.




En efecto, fue un pelotero de gran coraje en el terreno de juego, primero como tercera o segunda base y luego en funciones de timonel.

Aquí en Hermosillo la afición de aquella época de los 40´s lo recuerda porque dejó un registro histórico:

En lo que fue el estadio “La Casa del Pueblo”, jugando la segunda base y a la vez siendo mánager de Culiacán, conectó a Manuel “Ciclón” Echeverría el 2 de diciembre de 1945 lo que se considera el primer cuadrangular en este parque que a partir del 55 se llamó “Fernando M. Ortiz”…. Hasta desaparecer en el 72.

Pequeño de estatura, pero…

Manuel Arroyo fue pequeño de estatura física, pero un gigante cuando se ponía el uniforme para jugar.

Nació en Santa Rosalía, municipio de Cd. Camargo, Chihuaha (paisano del receptor Arturo Rey) un 27 de enero de 1916, siendo en El Paso, Texas a donde llegó de muy niño.

Sobre esos lejanos días, el doctor Jaime Cervantes nos narra lo que le contó Arroyo sobre esa etapa y que transcribió en su portal Mi Religión y su Dios Teobol de la siguiente forma:

“En esos días contaba yo apenas tres años y allá nos pasamos muchos años mientras estudiaba primaria y secundaria. Es natural que esos días de secundaria resulten inolvidables para mí, pues fue precisamente allí donde empecé a jugar béisbol.

Sin embargo, mi carrera profesional se inició en 1930, con El Club El Paso de Clase B. Aquí estuve tres meses y como mi actuación fue sobresaliente, fui trasladado al Milwaukee de Clase Triple A.

Con Los Cerveceros, que hoy tienen un club de liga grande, la suerte me siguió acompañando y pronto estuvo en mis manos un contrato para los Medias Blancas de Chicago, más ese sueño dorado nunca pudo realizarse; la verdad es que por mi estatura fui regresado a Milwaukee donde completé una excelente temporada con .321 de bateo, desenvolviéndome con facilidad en la esquina caliente”.

A partir del 38


Su historial nos dice que en 1938 fue contratado por el legendario manager de los Alijadores de Tampico, Guillermo “Yamo” Ornelas, y en esa campaña bateó .280.

Al siguiente año se fue a jugar con los Industriales de Monterrey que debutaban en la Liga Mexicana, teniendo de nuevo al “Yamo” Ornelas como timón.

Para el 40 empezó con Monterrey, pero finalizó con Tampico y en esa temporada logró pegar .303, demostrando así su calidad como excelente bat.

Las cuatro siguientes campanas las jugó con Tampico y en dos de ellas superó de nuevo la cifra mágica (.311 y .313); los siguientes tres años con el México; luego entre el 49 y el 51 terminó su carrera con Jalisco (mánager/jugador)/Laredo y los Azules de Veracruz que fueron campeones del circuito.

Otro capítulo en la trayectoria de “Shorty” fue cuando con los Indios de Cd. Juárez jugó en 1945 la segunda base, quedando el equipo en tercer lugar de la Liga Nacional, así como en la desaparecida Liga Arizona-Texas en 1949 (ganó medio campeonato al ganar la primera vuelta).

Además, manejó a los Indios y los condujo a un medio campeonato ya que gano la primera vuelta y en la segunda fue cuando reventó el circuito de la Nacional (58-59).

En su carrera de trece años en la Liga Mexicana promedió .265 global.

En la Costa del Pacífico

El 45 fue el primer campeón bat de la naciente Liga de la Costa (.375) y del renglón de producidas (42).

Otro dato histórico fue cuando jugando en segunda base y a la vez siendo mánager de Culiacán, conectó a Manuel “Ciclón” Echeverría, el 2 de diciembre de 1945, lo que se considera el primer cuadrangular en “La Casa del Pueblo” de Hermosillo.

Notable estratega

Como mánager, Arroyo también demostró ser algo muy pero muy especial:

Llevó a Nanchital al banderín en la Liga del Sur de Veracruz en 1952 y los siguientes tres hizo lo mismo con los Dorados de Chihuahua.

Pero su etapa más brillante sucedió en la poderosa Liga de la Costa del Pacífico.

En aquel béisbol invernal consiguió cinco títulos, pudiendo lograr los cuatro consecutivos para el gran récord, pero desafortunadamente la Liga no le dio oficialmente a su favor el “forfit” famoso dejando esa temporada al circuito sin campeón.

Por ello prevalece la pregunta: ¿si un equipo no acude a la final, ese forfit no le da el banderín a quien se presenta en forma normal al cuadro?

Injusticia de la Liga

Ya una vez le conté cómo Manuel Arroyo pudo haber logrado esos ¡cuatro títulos consecutivos! al frente de los entonces Tacuarineros de Culiacán:

Había ganado dos consecutivos; luego por un “forfit” no ganó el tercero seguido ya que la Liga dejó con un “vacío oficial” el trono, y a la siguiente, volvió a capturar el campeonato con Culiacán.

Ese “forfit” ocurrió en la campaña de 1950-1951 cuando no se disputó la final entre los ahora Tomateros y los Ostioneros de Guaymas que decidieron no presentarse aduciendo que "sus peloteros importados se habían ido del equipo" y sin que los directivos de la liga hayan tomado alguna decisión al respecto, quedando la temporada sin un campeón.

Los "Tacuarineros" con Manuel "Shorty" Arroyo habían sido campeones en las campañas del 48-49 y 49-50, volviendo en el 51-52 a coronarse, de modo que de haber ganado esa serie final del 50-51 hubieran tenido la oportunidad de ser los únicos en obtener cuatro gallardetes consecutivos en el béisbol profesional de México.

Esa campaña que entró a los anales históricos del anecdotario del béisbol, Guaymas había sido campeón de la primera vuelta conducidos por Luis "Molinero" Montes de Oca y, en la segunda Culiacán retomó el rumbo y de manera contundente fue el mejor para dejar la mesa lista para la final.¡que nunca se jugó ante la incredulidad y sorpresa de todos!

¿Qué cosas, no?

Mánager “campeonísimo”

A “Shorty” Arroyo se le ha considerado desde aquella época como el “Mánager Campeonísimo”, imagínese la dimensión que envuelve este gran calificativo en torno a su persona.


Y es que en esos años hubo un momento muy significativo cuando logró que Culiacán se coronara campeón en la temporada 55-56, al regresar al timón de mando luego de que la campaña anterior los Tacuarineros habían terminado en el sótano.

Otros equipos donde Arroyo fue también mánager, fueron: Diablos Rojos del México, Sultanes de Monterrey, Saraperos de Saltillo, Minatitlán, Hermosillo (Subcampeón/1954), San Luis Potosí, Poza Rica y Cd. Juárez.


Fue en 1963 cuando se retiró de la función como mánager con el equipo de Poza Rica y en los 70´s, retornó como coach de los Indios de Cd. Juárez, al lado de José “Zacatillo” Guerrero.

Al lado de “Zacatillo” estuvo en tres temporadas consecutivas (1976-1978).

Un año antes, el 79, caray, lo hubiera conocido y saludado cuando los Angeles de Puebla le ganaron el campeonato a los Indios ahí en la Angelopolis y un servidor andaba encantado de la vida cubriendo la confrontación como enviado especial para El Dictamen de Veracruz.

Desafortunadamente, su destino estaba trazado por el Creador: Manuel enfermó de alzheimer y parkinson y un día falleció en El Paso, Texas, el 8 de mayo de 2004, a la edad de 88 años.

Sin embargo ahí estaba su riquísimo legado para la eternidad como un inmortal del béisbol.

Sin duda, “Shorty” Arroyo, una gloria del béisbol mexicano de todos los tiempos. No se puede calificar de otra manera.

Lanzando para home

Domingo 21 de Octubre de 2007
Era el sábado 22 de Octubre de 1949, cuando dio comienzo la V temporada de la Liga de la Costa, jugando los Rojos de Tijuana en Obregón, los Cañeros abrieron en Hermosillo y en Culiacán se presentaron los Ostioneros de Guaymas. El americano Dee Moore fue el manager de Tijuana, que ganaron ese sábado por 5-4 con pitcheo de Al Olsen, mientras perdía Lucio Olivas con relevo de Marion Thomas. El domingo en la mañana se empató la serie cuando Walter McCoy derrotó a los Rojos por 2-1 en duelo con Earl Escalante y el decisivo fue también para Obregón con pizarra de 13-5, aguantando 13 imparables el ganador Jack Brewer, que tiró toda la ruta, perdiendo el “Colorado” Lynn, con relevos de Alejandro “Kitty” Garciglia y Chete Kehn. Los primeros equipos que visitaron Tijuana, que fueron Hermosillo y Guaymas, se quejaron por la lejanía de esa ciudad y del clima que imperaba en invierno, pero terminaron esa temporada, que ganó Culiacán en una final contra Mochis.

Los Yaquis de visita en Culiacán, habían ganado el sábado por 5-1 con pitcheo del zurdo Jesús Robles. El domingo 22 de Octubre de 1957 en el partido matutino, Horacio Piña blanqueó 2-0 a Obregón, empatando la serie. El juego decisivo empezó poco después de la cinco de la tarde, siendo los pitcheres abridores, Miguel Pereyra por los Yaquis y el nativo de Obregón, Rigo López lo hizo por los Tomateros. En la quinta el catcher Lupe Cancino puso arriba a Culiacán con jonrón, pero dos entradas más tarde, el chaparrito Héctor Zamudio, empató con otro batazo de la misma medida. El partido llega a la entrada 21, donde Pancho García abre con hit y en error pasa a segunda, Mingo Rivera toca, tiran a tercera y no sacan a nadie. Carlos Murrieta le pega de hit a Humberto Cid, empujando la segunda, William Berzunza entrega en home a Rivera, pero cuando nadie lo esperaba, hay un doble robo entre Murrieta y Berzunza para la tercera carrera. Enrique Castillo ganó y Juan Suby fue el derrotado.

Los Cañeros de Los Mochis bajo el mando de Aurelio Rodríguez, cerraron la primera vuelta de la temporada de 1993-94, perdiendo por limpia en Mexicali, quedando en quinto lugar con 4 puntos. Inician la segunda vuelta con muy buenos augurios, pues se llevan la serie ante los Algodoneros en Guasave. Regresan a su casa para derrotar en la misma forma a los Mayos de Navojoa. Visitan a los Yaquis y aunque son blanqueados por 1-0, se llevan los otros dos con marcadores abultados de 12-1 y 16-4. De nuevo derrotan a los Algodoneros por 2-1. El martes 7 de Diciembre se lleva a cabo el Juego de Estrellas en el Emilio Ibarra Almada, quedando empatado a una carrera entre Extranjeros y Mexicanos. En Culiacán ligan su quinta serie ganada y en Mazatlán, limpian a los Venados. Obtienen otras tres series más, hasta que son parados por los Venados, que los barren en el Teodoro Mariscal. En el primer playoff, pasan sobre los Yaquis por 4-1, pero no pueden con los Mayos y son eliminados.

Nadie ha jugado más partidos de extrainnings en una temporada que los Cañeros de Los Mochis, cuando tuvieron 17 juegos de esa índole, siendo dos de 15 entradas, tres de 12, dos de 11 y diez de 10. Eso pasó en la temporada de 1975-76, cuando fueron manejados por Benjamín “Papelero” Valenzuela. En el quinto día de competencia, los Cañeros batallaron durante 15 episodios para derrotar 5-4 a Guaymas. El otro de 15 entradas fue en Diciembre el martes 23 en el mismo Emilio Ibarra Almada, ante los Algodoneros por 2-1. Mochis utilizó a Nestor Espinoza y Miguel Solis, Guasave a Diacono Orea y Humberto Valenzuela. De esos partidos, Mochis ganó 7, perdió 9 y quedó uno empatado…Después más lanzamientos.

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Lanzando para home

Sábado 20 de Octubre de 2007
Cuando se anunció en Obregón que habían firmado a Carlos Rivera y Jorge Padilla, nativos de Puerto Rico, todo mundo sabía quien era Rivera, pues había ganado el campeonato de bateo en Liga Mexicana, pero de Padilla no se sabía mucho y se auguraba que pronto saldría del equipo. El nativo de Rio Piedras, desde que tenía 19 años está en la pelota profesional y aunque no ha llegado a las grandes ligas, ha tenido excelentes campañas en las ligas menores. En éste año estuvo con el Wichita en la Liga de Texas, donde bateó para .336, con 10 jonrones y 49 empujadas. Lo subieron a triple con el Omaha y en 55 juegos, le sonó para .291 con 6 palos de vuelta entera. Además de su estupendo fildeo, corre bastante bien las bases y ya tiene 3 robos. Su comienzo con los Yaquis,, lo ha convertido entre los favoritos de la fanaticada.

Si Erubiel Durazo hubiera jugado en las Ligas Mayores, seguramente no estuviera jugando con los Naranjeros, que salieron beneficiados, pues el año pasado resultó el Mas Valioso, debido a su excelente actuación. En este verano estuvo con Monterrey, donde dejó buenos números con .354 en 45 juegos, 9 para la calle y 42 producidas. Se dijo en aquél entonces que los Yankees lo habían firmado, que lo enviarían a una de sus sucursales y que pronto lo llamarían. Terminó con el Scranton-WB en la Liga Internacional y nunca fue llamado al equipo grande. Se reportó a los entrenamientos de los Naranjeros y ha tenido un comienzo muy parecido al del año pasado, cuando llega a cinco jonrones para ponerse de líder, suma 10 producidas y está entre los mejores, en anotadas también es el número uno con 12 y en el bateo de fuerza que es el slugging, lo encabeza con un .909, mas de cien milésimas sobre el que está en segundo lugar.

El batazo rey en el béisbol, es el jonrón y en el pitcheo es el ponche. Hasta el pasado viernes en las 50 temporadas, se han bateado 17,648 cuadrangulares. El primero lo bateo Jesús Mendoza de Guaymas en el Fernando M. Ortiz, el día que se inauguró la Liga Invernal de Sonora. Los primeros extranjeros llegaron en la quinta temporada y le tocó a Larry Stubing que militó con los Rieleros de Empalme, ser el primero en volarse la barda, siendo el primer estadio Abelardo L. Rodríguez, donde sucedió eso, el sábado 29 de Diciembre de 1962 a los lanzamientos de Vicente Romo de los Ostioneros. En las primeras cuatro temporadas de esa liga, solo se batearon 243, promediando 61 por año. Para 1962 la liga aumentó a seis equipos y ahora fueron nada menos que 230 bambinazos y un año más tarde con los mismos conjuntos, fueron 467, posiblemente porque se utilizó una pelota más viva. Fue el año que Ronnie Camacho consiguió imponer marca de 27 jonrones. Cuando se utilizó la pelota Comando fueron 608 y en el 2004-05, por primera vez se pasó de los 700.

Ahora que se recordó el juego perfecto de Jesús Moreno, el pasado 19 de Octubre, que lanzando para Mochis le ganó a Obregón por 1-0. Aquellos Yaquis de 1989, tuvieron la siguiente alineación: Mark Davis 9, Gerardo Sanchez 5, Leo Valenzuela 8, Alejandro Ortiz bd, Brian Hunter 7, Jim Aylward 3, Raúl Martínez 2, Roberto Vizcarra 4, Vicente Verdugo 6 y Jaime Orozco el pitcher. Tras de tres entradas sin ningún problema, Moreno se enfrentó a Mark Davis y dio un batazo por el jardín derecho, donde Greg Smith hizo la gran jugada. Ya en la octava, abriendo como primer bateador, Alejandro Ortiz, bateó una línea muy peligrosa por el prado izquierdo, donde David Domínguez, realizó otro engarce de película y salvo de nuevo a Moreno. Los cinco outs restantes fueron fáciles para el veracruzano y con ello entrar al libro de récords…Después más lanzamientos.

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“Bacatete” Fernández Parte I

* Un jardinero espectacular; brilló con mayor intensidad en las Ligas Menores de EU y en la Costa del Pacífico.

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

(Primera de dos partes)

Hará unos tres años que conocí en Guadalajara al legendario Enrique “Bacatete” Fernández, de enorme trayectoria en el béisbol entre los años 40´s y 50´s y la verdad fue un privilegio saludarlo y platicar con él.

La rica historia que le envuelve nos dice que vio acción 28 temporadas a través de 17 circuitos, tanto en México, EU y Canadá; participó en ocho Juegos de Estrellas de la Liga de la Costa y dos en EU.

Incluso cuatro veces fue miembro del Equipo Ideal y en diez campañas figuró como mánager en los circuitos donde participó.

En aquel encuentro, tuvimos una agradable, emotiva e inolvidable charla luego de que Porfirio Magaña Carrillo y el gran receptor miembro del Recinto Sagrado, Jaime “Flaco” Corella me lo presentaron en el Parque Ferrocarrilero de la Perla Tapatía.

Enrique Jorge “El Bacatete” Fernández Pérez nació el 4 de febrero de 1922 en Empalme y para el 38 ya disfrutaba de un primer campeonato jugando con en la Perla de Occidente con el equipo de la Universidad de Guadalajara donde estudiaba Ingeniería, carrera que un día abandonó…para jugar béisbol.

Partió a la Ciudad de México donde se uniformó con el equipo IUSA de Alejo Peralta, quien junto con el cronista “Fray Kempis” le bautizaron como “Bacatete” por tener su origen en la ciudad rielera, muy cercana a esa cordillera entre su ciudad natal y Cd. Obregón.

Luego militó con Deportivo “Hacienda” y con “Chintololos” de Azcapotzalco de la Liga Invernal Metropolitana, logrando ser el campeón bat con .358. Con este equipo estuvo el 42 y 43, siendo seleccionado por el mánager Ernesto Carmona para ir con México a un campeonato mundial en Cuba.

Su trayectoria llamó la atención del coach de los Industriales de Monterrey, quien acompañado de Alberto “Felino” Cárdenas fue a casa de sus padres en Guadalajara para que permitiera a su hijo jugar pelota profesional, petición que fue rechazada por don Alfonso M. Fernández Martel y la señora María Paulina Pérez de Fernández.

Sin embargo, “Bacatete” finalmente se saldría con la suya, ya con el visto bueno de sus señores padres quienes comprendieron que el destino de su vástago no era otro más que el béisbol.

¡Se casó en parque de béisbol!

Su debut en la pelota profesional fue en 1944 con los Industriales de Monterrey; al siguiente año se fue al México Rojos y a los Azules de Veracruz.

En el 46 “emigró” a EU para jugar con los “Texanos” de El Paso, sucursal de los Cafés de San Luis, donde por cierto en 1948 contrajo nupcias ¡dentro del parque, verá!:

Su boda con María Inés Antonia García ocurrió el 30 de agosto de 1948 en el Parque Dudley Field” de El Paso Texas.

Jugaba como único mexicano con los “Texanos” y ese día se iban a enfrentar al “Globe” de Miami en la Liga México-Arizona.

Con ese equipo estuvo en plan grande al terminar con .356, el tercero mejor del circuito.

Antes de ese año, el 46 y 47 el empalmense que pertenecía para la organización de los Cafés de SL con el equipo Coroneles de Louisville, Doble A, bateó en forma excelente: .341 y .347.

9 años en EU

“Bacatete” jugó nueve años en EU para las sucursales de los Cafés de San Luis, Medias Rojas de Boston y Medias Blancas de Chicago en la ciudades de Roanocke, de la Liga Piedmont; Scranton en la Eastern League; Vancouver, Canadá, en la Western Internacional y Seattle en la Liga de la Costa.

Fue parte en 1950 de los Potros de Tijuana en la Liga Suroeste Internacional (Sunset) donde bateó .316, anotando 99 carreras y con Los Indios de Cd. Juárez, en la Liga Arizona Texas, donde en 1952 fueron campeones.

En ese circuito tuvo la notable racha de pegar de hit en 25 juegos consecutivos. También en el 47 fue campeón robador de bases con 57.

Bateaba sobre los .300

“El Bacatete” fue un bateador derecho que por lo general siempre mantuvo su promedio sobre la cifra mágica, especialmente en el béisbol de EU. De por vida, no bajó del .316.

Además, teniendo de ídolo y modelo de jugador al gran Joe DiMaggio, se distinguió por realziar grandes y oportunas atrapadas.

Sus grandes características fueron el ser un fino jardinero, veloz y fildeo espectacular atrapando las pelotas sobre las bardas.

Hay un detalle su trayectoria: cuentan quienes lo vieron, llamaba la atención por mostrarse algo nervioso cuando se paraba en el plato ya que se tocaba y arreglaba el uniforme, se componía el pantalón, se frotaba la gorra, entre otros aspavientos por el estilo.

En la Costa del Pacífico

En la Liga de la Costa vio acción de 1940 a 1956; cuatro con Guaymas, uno en Tijuana y el resto con Obregón. Seis veces fue seleccionado para el Juego de Estrellas y dos veces ganó la vuelta al cuadro; en una de ellas, impuso récord de 13 segundos.

Con Guaymas (45-49) fue cuatro veces campeón y una con los “Rojos” de Tijuana (49-50).

Fue el timón de los “Tapatíos” de Guadalajara en la Liga del Noroeste y a Tuxpan en la Liga de Nayarit; con Xalapa en la Liga Invernal Veracruzana.

También jugó con Xalapa en la Liga del Golfo.

En igual forma entre 1963 y 1966 dirigió a Salamanca, sucursal de los Tigres del México en la Liga Central.

Excelente.

Enhorabuena por tan notable trayectoria dentro del béisbol, sí señor. Mis respetos desde esta trinchera y abrazo afectivo, mi “Bacatete”, claro que sí.