Remehibe

sábado, 2 de febrero de 2008

Lanzando para home

En cada serie sucede algo de comentarse y a veces se imponen marcas. El año pasado al abrirse el evento en el Estadio Roberto Clemente de Carolina, Puerto Rico, los Tigres de Aragua de Venezuela y las Aguilas Cibaeñas de República Dominicana, llevaron a cabo un partido que vino a decidirse hasta la entrada 18, rompiendo dos récords, primero el de más entradas en un día inaugural que era de 14, jugado en 1998 en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel, donde las Aguilas Cibaeñas vencieron 7-6 a los Indios de Mayagüez y el de más entradas en una serie que era de 16, siendo escenario el Teodoro Mariscal de Mazatlán el sábado 4 de Febrero de 1989, ganando las Aguilas de Zulia por 3-2 a los Leones del Escogido de Dominicana. La carrera del triunfo con hit de Joe Girardi (el mismo que manejará a los Yankees), viene doble de Carlos Quintana y dejan en el terreno a los dominicanos. Ese partido duró 5 horas con 22 minutos. Volviendo al partido celebrado el año pasado en Puerto Rico, los 13 lanzadores hicieron nada menos que 504 lanzamientos, 256 de los seis de Aragua por 243 de los siete de las Aguilas. Tuvo una duración de 6 horas con 13 minutos, imponiendo nueva marca de más tiempo en un partido de entradas extras.

No creemos que alguno de los abridores del día de ayer hayan completado el partido, pues eso no se ve desde que se puso en marcha la serie en Hermosillo en 1992, que le correspondía jugarse en República Dominicana, pero como el señor Carlos Isava, que había hecho un contrato para llevarlas a cabo en Miami, tiró el arpa por el fracaso de los dos anteriores en esa ciudad de Florida, el guante lo recoge la Liga Mexicana del Pacífico y la lleva a cabo en el Héctor Espino. Era el martes 4 de Febrero de 1992, cuando ante un gran lleno el zurdo venezolano Wilson Alvarez de las Aguilas de Zulia, se mantuvo las nueve entradas y con gran labor de solo tres hits de los Leones del Escogido, les colgó las nueve roscas por 4-0, no regalando una solo base y recetando nada menos que 12 chocolates. Con los Leones vinieron peloteros de renombre como Sammy Sosa que cubrió el jardín derecho, Raúl Mondesí que se hizo cargo del prado izquierdo, mientras que por las Aguilas de Zulia, cubrió la tercera base, nuestro conocido Pedro Castellano, que estaba muy joven. Ese mismo día el zurdo Ricardo Solís, lanzando por Hermosillo, estuvo muy cerca de hacerlo, pues duró ocho entradas y la novena la lanzó Rudy Seañez, al vencer 5-2 al Mayagüez.

Ya que estamos con el pitcheo, es bueno recordar el único juego de doble cero que se ha lanzado en las 49 Series del Caribe anteriores. El evento celebrado por primera vez en la ciudad de Panamá en 1952, podemos decir que fue la serie del pitcher americano Thomas Fine, que lanzó para los Leones del Habana. En el segundo día de competencia se enfrentó al Cervecería Caracas de Venezuela el jueves 21 de Febrero de 1952 y los derrotó 1-0, sin permitir hit y además anotó la única carrera del juego, cuando en la sexta le abrió con hit al derrotado Al Papai, vino sacrificio de Alejandro Crespo y tras de ser dominado Johnny Jorgensen con rola a segunda, siguió Sandy Amorós con un “podrido” al izquierdo, empujando la carrera. En su segunda salida en el último día de competencia, Fine tenía sin hit ni carrera al Carta Vieja de Panamá, ganando por 11-0 en la novena, le dio la base a Frank Austin, luego Forrest Jacobs le pegó el primer hit en 17 entradas, le afecto mucho, pues Joe Tuminelli le pegó doble que produjo carrera y Jim Cronin empujó otras dos, para ganar por 11-3…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Tony Dicochea

Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

(Capítulo 1)

Muy grato ha sido escribir y rescatar en esta semana la memoria del gran Virgilio Arteaga... como ahora lo es abordar la vida del precursor del lanzamiento de nudillo en la pelota nacional: Antonio “Tony” Dicochea.

De inicio, le revelaré algo: Mayra Somoza ha sido la principal motivadora de que, de una vez, me haya metido de lleno a investigar la trayectoria de tan notable figura del béisbol mexicano.

En su correo reciente, me dijo:

“No soy parte de su familia; sólo conozco a uno de sus nietos, pero su trayectoria me parece sumamente interesante y siendo nogalense 100%, la verdad llamó mi atención y, a pesar de que no es mucha la información que tengo, “Tony” Dicochea se ha ganado mi respeto y admiración.

Me encantaría poder ayudarlo con su columna ya que considero que jugadores como él no debemos dejarlos en el olvido, por lo que será un placer contribuir a su rescate y, por que no, también darlo a conocer como ejemplo para las nuevas generaciones: Mayra Somoza.

Así es, amiga Mayra:

Tony Dicochea un gran personaje orgullo de Nogales, Sonora, donde nació el 13 de junio de 1924 y quien al fallecer el 4 de mayo del 87, deseó ser sepultado en el Rancho la Cieneguita, en Cicuta.

Como homenaje póstumo, lo invito a ver su rico historial en el béisbol…

¿Le parece?

En un nacional de béisbol

A Tony lo podemos encontrar en 1949 como un valioso jovencito producto del béisbol amateur de Nogales reforzando al seleccionado Sonora que participó en el nacional de béisbol celebrado en Chihuahua, torneo donde terminaron subcampeones y en el cual también estuvo el nogalense Enrique “Chato” Villanes.

Ese año, valorando sus facultades, decidió incursionar en el béisbol de paga y en el verano se incorporó a los Charros de Jalisco. Sin embargo, sólo apareció en un partido. Ya no volvió al equipo.

En 1952 tuvo más oportunidad con los Tuneros de SLP y Diablos Rojos, logrando récord de 4-4, para de ahí incursionar en otros circuitos como veremos enseguida.

Fue parte de los Mineros de Cananea de la Liga Arizona-México, siendo dos veces campeones (55 y 56) dirigidos por Memo Garibay. El 55 tuvo 13-6 y logró el triunfo del título.

Fue precisamente con esa franquicia donde su compañero en el staff de pitcheo, el inmortal Daniel “La Coyota” Ríos le enseñaría a lanzar la famosa bola de nudillos.

Junto a Ronnie Camacho

Quien lo recuerda muy bien es Ronnie Camacho ya que jugaron juntos las temporadas de 1958 y 59 en Nuevo Laredo y luego el 60.

En 1961 el empalmense estuvo con el Aguila y el México para luego regresar el 62 con los Pericos, pero Dicochea ese año pasó a los Sultanes de Monterrey donde iba a lanzar hasta 1965.

De él, anota:

“A mi amigo Tony:

El lanzador puertorriqueño y ex liga mayorista. Rubén Gómez, me comentó en una ocasión, lo siguiente.

“Ronnie, he visto lanzar a Charlie Hough, inclusive yo me incluyo, pero jamás había visto a un lanzador tirar el knuckle ball, como lo hace ese tipo Dicochea, o como se llame. Lo lanza tan duro que parece una recta, pero que vá, viene rompiendo rápido y hacia abajo y lo mejor que cae de strike”.

Así se expresaba el estelar pitcher liga mayorista, quien brillará con los Gigantes de San Francisco y ya en los últimos años en la Liga Mexicana.

Yo jugué algunas temporadas teniéndolo como compañero de equipo y a decir verdad, nadie como él.

Era extraordinario. Tenía un control excelente, era fajador en la loma, retaba a los bateadores principalmente a Alonso Perry y a Marvin Williams, en aquellos años jugaban en los Diablos del México

¡Bien, mi Ronnie!

En el Capítulo II le trascribiré con gusto otros aspectos de Dicochea contados por el orgulo de Empalme… de modo que ¡no le cambie!

Le decían “El Paletas”

Otro ex pelotero que lo tiene muy presente en su memoria es Rafael “Falo” Ibarra Muñoz, hermosillense que jugó con los Águilas de Mexicali en la Arizona-Texas, entonces sucursal Clase "C" de los Cardenales de San Luis y quien tuvo de mánager a Art Lilly que los llevaría a ser campeones del circuito en 1955 al coronarse en la final ante los Senadores de Phoenix.

“Su bola de nudillos se movía y paseaba como “una hamaca veracruzana y mira, todos le decíamos “El Paletas” por ser delgado y medir alrededor de 1.90 de estatura física.

Cita que Dicochea lanzó con Nasville, Tennesse en Doble A y Triple A, mostrando tener nivel para llegar a Ligas Mayores, “pero ya sabes, en esa época qué difícil para el pelotero latino era el que se le tomara en cuenta”.

En la Invernal Veracruzana

En esa década también le admiró la afición de Puebla en lo que fue la Liga Inverna Veracruzana.

Ahí gozaron de la presencia de Tony Dicochea, Norman Sinver, Ron Hansen que iba a ser “Novato del Año de la Liga Americana en 1960 con los Orioles de Baltimore; ¡Sparky Anderson! Quien estaba destinado a ser manager de la Máquina Roja de los Rojos de Cincinatti, en los años 70´s y luego d eos Tigres de Detroit en los 80`s.

Otros fueron Budy Barker, el gran manager Jimy Adair, Alonso Perry, Al Pinkston, Rafael Fabela, Lino Donoso y Jesús “Chanquilon” Díaz. Fue a época cuando Puebla tuvo dos equipos, los Cerveceros y los Pericos.

Campeón con Nuevo Laredo

En 1958 apareció enfundado en la franela de los Tecolotes de Nuevo Laredo y ayudó con marca de 16-12 a que los Tecolotes obtuvieran el gallardete con una gran ventaja de diez juegos sobre los Diabos Rojos.

Al timón estuvo “Cheo” Ramos y el staff de pitcheo también lo componía Julio “Jiquí” Moreno, Juan Piedra, Miguel Sotelo, Arturo Cacheux y Tomás Herrera.

La ofensiva fue por demás admirable: el panameño Pablo Bernard, que fue el campeón bateador de la campaña; Ronnie, dio 20 cuadrangulares y produjo 80; Miguel “Pilo” Gaspar, Ricardo Garza, Earl Taborn, Pedro Almenares, Óscar Sardiñas, Walt Tyler, Baldemar Carmona, Eduardo Escalante, Herminio Cortés, Rudy Sandoval y Mauro Ramírez.

También campeón con Monterrey


La campaña de 1962 fue por demás especial para el nogalense: Los Sultanes conquistaron su quinto banderín con lo que todavía dicen ha sido el mejor equipo de su rica historia.


Tuvieron por vez primera a Héctor Espino, quien ya sabe usted comenzaría a registrar la más notable historia bateadora/jonronil de todos los tiempos en la pelota mexicana. Y con él, Monterrey lograría el banderín con mucha anticipación con 8 juegos de ventaja sobre el Aguila de Veracruz.


Tuvieron el triunfal debut del manager Clemente “Sungo” Carrera, quien dirigió con varita mágica a Espino, Juan Delís, Alonso Perry, Bill Parsons, Vinicio García, Jaime Corella, Alfredo “Yaqui” Ríos, Jesús “Bronco” Rosales, así como los lanzadores Miguel Cuellar, quien fue el campeón ponchador; Memo López, René Gutiérrez y… Tony Dicochea (8-7).

* Mañana, hazañas de Dicochea en el béisbol invernal y las sabrosas e ilustrativas anécdotas de Ronnie Camacho.

Lanzando para home

No será la primera vez que en el Estadio Cibao de Santiago de los Caballeros, se lleven a cabo juegos de Series del Caribe. Cuando se celebró la segunda vez en República Dominicana en 1976, tanto en Santo Domingo como en Santiago se celebraron seis partidos. El evento se abrió el miércoles 4 de Febrero en el Estadio Quisqueya con victoria de los Tigres de Aragua por 7-3 sobre los Vaqueros de Bayamón, mientras en el partido estelar las Aguilas Cibaeñas con carrera de caballito en el cierre de la décima entrada, vencieron 4-3 a los Naranjeros de Hermosillo, que manejó Benjamín “Cananea” Reyes. El jueves viajamos a Santiago y en el primer partido, los Naranjeros batallaron durante once entradas, para derrotar 4-3 a los Vaqueros de Bayamón. El malogrado Trini Aguirre abrió con triple, pasaron intencional a Rafael “Picho” Ornelas y Elliott Wills y con la caja llena, Jerry Hairston llegó a primera con hit dentro del cuadro, empujando la carrera que dejó tendidos a los boricuas. Lanzaron por los Naranjeros, George Brunet, Adolfo de la Torre y el ganador Tony Komadina.

En un partido lleno de errores, hits y carreras, los Naranjeros con racimos de cuatro en la séptima y tres en la octava, terminaron ganando 12-7 a los Tigres de Aragua, donde se lució Sergio Robles con tres imparables y tres carreras impulsadas. Vicente Romo fue expulsado de la loma en la tercera, permitiendo 5 carreras, pero siendo dos limpias, pero funcionaron bien los relevos de Douglas Capilla y el ganador Eduardo Acosta. De regreso al Cibao, ahora lucieron en todo, cuando Rich Hinton blanqueó 4-0 a las Aguilas Cibaeñas, donde Richie León empujó una, dos Chester Lemon y la cuarta cayó en la séptima con imparable de Hairston. Vencieron a “Nino” Espinoza, que necesitó relevos de Jerry Augustine y Silvio Martínez. El domingo 8 de Febrero en el Quisqueya, los Naranjeros estuvieron ganando 2-0 a los Vaqueros de Bayamón, pero respondieron con tres en la sexta, sobre el pitcheo de Chuck Gibbon, pero ahora Vicente Romo hizo un gran relevo de 3.2 entradas y se llevó el triunfo. Perdiendo 3-2 en la octava, hicieron furiosos racimo de cinco para ganar. El primer out fue de Wills que roleteó al short, Arnoldo de Hoyos llegó a primera con hit por el mismo lugar, se llenó la caja con imparable de Jerry Hairston, responde Héctor Espino con sencillo entre center y right, empujando dos, pasan intencional a Richie León, pero falla la estrategia, pues Celerino Sanchez, truena doble de dos y la quinta entró con hit de Eddie León.

Era el lunes 9 de Febrero de 1976, fecha que podemos decir es histórica, pues ese día, los Naranjeros ganaron la primera Serie del Caribe, para el béisbol de México. Por tercera ocasión jugaban en el Estadio Cibao. Abría el gran veterano George Brunet, que le dieron ventaja de 1-0 en la primera entrada. Los venezolanos empataron en la tercera con un wild de Brunet, haciendo anotar a Terry Whitfield. De nuevo los Naranjeros toman la ventaja en la sexta sobre Bill Campbell con doble productor de Richie León y en la fatídica séptima, hacen cuatro carreras para poner en el refrigerador la victoria. Empieza Sergio Robles con doble al izquierdo, sigue hit de Wills, base a Arnoldo de Hoyos, un sencillo al centro de Jerry Hairston mete dos, sigue Espino con doblete que fleta la tercera y la última con elevado de sacrificio de Celerino Sanchez. Brunet completa la ruta con seis hits, una base y cuatro ponches. Vaya celebración en el terreno de juego, portando la bandera mexicana, en el autobús de regreso a Santo Domingo y ahí en el hotel bailamos hasta la madrugada…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Virgilio Arteaga merece un homenaje

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

El próximo sábado 9 del mes en curso Virgilio Arteaga cumplirá 28 años de haber partido al viaje eterno tras registrar páginas de oro como jugador y estratega de béisbol.

Su rico legado en el deporte rey quedó registrado para siempre, alcanzando en vida un muy alto perfil como pelotero profesional a partir de su natal Regla, Cuba.

Su inesperado y triste deceso ocurrido el 9 de febrero de 1980, impactó a toda la comunidad beisbolera y de inmediato la infausta noticia trascendió fronteras.

La causa del desenlace, un atropellamiento en una céntrica calle de Hermosillo recibiendo un fuerte golpe en su cadera, un hecho infortunado que al conocerse causó lamento, tristeza y consternación entre la afición, peloteros y su familia.

Cuando le trasladaron al Hospital General del Estado y de ahí a la Clínica del Noroeste para su atención médica, lo dieron de alta sin percatarse de una hemorragia interna… que cinco horas después le quitaría la vida.

A sus 70 años de edad, desaparecía físicamente más no en espíritu, uno de los más grandes peloteros cubanos que al llegar a esta capita sonorense se iba a ganar junto a su amada esposa, Marina, el respeto, cariño y reconocimiento de toda la afición beisbolera y la sociedad en general.

Cuando salí de Cuba, dejé mi vida, dejé…

Virgilio Arteaga y Marina Zacarías González contrajeron matrimonio en 1940 y de esa unión nacieron Virgilio (en Cuba), Martha (Nogales), Virginia (Durango) y Marina (Hermosillo.

De sus hijos, Virgilio Arteaga González es el actual presidente del programa “Abuelos Trabajando por Sonora que impulsa con gran entusiasmo el actual gobierno que encabeza el ingeniero Eduardo Bours Castelo a favor de las personas de la tercera edad.

Doña Marina tenía 19 años de edad cuando se unió en matrimonio al también joven Virgilio Secundino Arteaga y Díaz, ya hecho un gran prospecto en el béisbol cubano.

“Este 2008 se cumplirán 28 años de su partida física”, expresó ayer en la mañana por vía telefónica con un dejo de tristeza y su singular tono de voz cubana.

Doña Marina Zacarías está por arribar a sus 87 años de vida y como suele decirse en el béisbol…¡enterita!

Por cierto, Martha Arteaga emocionada al saber de que un servidor estaba investigando la trayectoria en el béisbol de su señor padre, expresó: “¡Tengo su pasaporte y el telegrama de su contrato de Ligas Mayores (Minneapolis, Triple A) que le llegó a Cuba!”.

Ampayer y entrenador en la Unison

Haciendo una retrospectiva en el tiempo:

Cuando Virgilio terminó su vida activa como mánager de los Naranjeros de Hermosillo, se dedicó varios años como ampayer profesional en la Liga Invernal Sonora-Sinaloa.

También en la Universidad de Sonora fue profesor de Educación Física y entrenador de béisbol como auxiliar del maestro Gustavo Hodgers Rico, mánager de los Búhos, a la vez que jefe del Departamento de Deportes del alma mater.

Alguna ocasión, allá por 1971-72, platiqué largo y tendido con él, exactamente frente a la Escuela de Altos Estudios, como anteriormente se le llamó al edificio que hoy alberga al Departamento de Letras y Lingüística.

A Virgilio Arteaga lo había conocido y admirado desde la grada de los estadios “Abelardo L. Rodríguez de Guaymas y el “Fernando M. Ortiz”, de Hermosillo, dirigiendo con gran capacidad a los Naranjeros de los años 60´s.

Bien recuerdo que aquella amable charla en la Unison fue informal, entre un joven jugador de béisbol y un notable ex jugador y estratega del béisbol. ¿Se imagina ese encuentro?

De aquella charla, no escribí nota alguna porque todavía no ingresaba, recomendando por el colega Enrique Efrén Mayorga Martínez, al fascinante mundo del periodismo deportivo (marzo de 1972) en El Imparcial bajo la jefatura y orientaciones del editor Eduardo Gómez Torres.

Enrique Efrén dejaba de laborar en el matutino y en esos inolvidables días me había invitado a trabajar en el periódico pasándome con gran entusiasmo la estafeta; al fin, ambos, compañeros en el equipo de béisbol Búhos de la Unison.

Merece un homenaje póstumo

Por su legado al béisbol, notable trayectoria, logros como jugador y en especial en su faceta de mánager de Hermosillo en las Ligas de la Costa e Invernal de Sonora, a Virgilio Arteaga le debe el Club Naranjeros un gran homenaje póstumo.

Se llegó al 50 aniversario de la Liga Mexicana del Pacífico y a Virgilio también le corresponde parte de esa gloria histórica del circuito invernal vistiendo siempre la franela de Hermosillo.

En este contexto, quizá también la Liga Mexicana del Pacífico dimensione el profundo valor de la trayectoria, registros y personalidad que envolvió al famoso “Tigre de Regla”.

¿No lo considera usted así?

Virgilio Arteaga

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

(Primera parte)

Se le conoce como Virgilio Arteaga, pero su verdadero nombre es Virginio Secundino Arteaga y Díaz.

Usted seguramente sabe de él por haber sido el manager que le dio dos campeonatos seguidos a los Naranjeros en la Liga Invernal de Sonora.

Exacto: Se le recuerda por aquel bicampeonato del 60-61 y 61-62 con los Espino, Sotelo, Villarreal, Suby, Blas, “Avestruz”, Fitch, Manzo, Eradio, Urías, “El Diablo” y compañía….¡notables de aquella época!

Sin embargo, con toda y esa gloria y prestigio que le dieron ambos campeonatos, la historia de Virgilio, va mucho más allá, enriquecida con una admirable trayectoria en el béisbol de Cuba, Estados Unidos, México, Venezuela, Panamá y Puerto Rico.

¿Me acompaña en este recorrido?

Nació en Regla, municipio de La Habana, en Cuba, el 21 de mayo de 1917, de ahí su famoso mote como “El Tigre de Regla”.

Muy jovencito, comenzó a destacar en el béisbol amateur y de acuerdo a lo que registra el libro “El Béisbol en Sonora” de Miguel Durazo, ahí en su pueblo natal conquistó su primer título de bateo (.325) y luego en 1940 uno más con el equipo “Círculo Militar y Naval” (.370).

Con la selección de Cuba

Ese nivel de excelencia competitiva, con naturales facultades criollas para jugar pelota, le llevaron a formar parte de la selección cubana en el béisbol semiprofesional en torneos celebrados en Puerto Rico, Venezuela y Panamá.

En el mismo año del 40 participó en la III Serie Mundial efectuada en la Habana y para el 42 volvió a disfrutar un banderín con el Círculo Militar.

También vio acción en la liga semiprofesional, la Unión Atlética Amateur de Cuba, considerada a partir de 1914 como la que más figuras aportó a la pelota profesional de la época a cualquier nivel durante 47 años ininterrumpidos.

En ese circuito, gran cantera de peloteros que más tarde iban a ser notables en la pelota de paga, estaba Virgilio Arteaga.

Y como él, también figuraban Conrado Marrero, Julio “Jiquí” Moreno, Agapito Mayor, Adrián Zabala, Napoleón Reyes, Roberto Ortíz, Pedro “Natilla” Jiménez, Evelio Hernández, Andrés y Angel Fleitas, Pedro Pagés, Limonar Martínez, Mike Fornieles, Roberto Estalella, Manolo Fortes, Willie Miranda... ¡clase de jugadores, muchos de los cuales también llegaron al béisbol de México!

En 1943 jugó con la selección cubana que ganó la VI Serie Mundial Amateur de 1943, siendo su manager
Reinaldo Cordeiro y mire la calidad del staff de pitcheo que tuvieron: Pedro “Natilla” Jiménez, Isidoro León, Sandalio “Potrerillo” Consuegra, Julio "Jiquí" Moreno y Rogelio “Limonar” Martínez.

También militó con los “Monjes Grises” de Marianao y el Minneapolis en Ligas Menores de EU, de donde fue invitado en 1946 por los Dorados de Chihuahua dirigido por Luis Sansirena en lo que fue la Liga Nacional de México.

En ese circuito vio acción en el Juego de Estrellas al lado de Lastra, Pérez, Memo Garibay, Gutiérrez, Fritchie, “La Muñeca” Iturralde, Alejandro “Cabezón” Uriarte, López, entre otros.

Fue precisamente en Chihuahua donde recibió la invitación del directivo Fernando M. Ortiz para venir a jugar con Hermosillo en lo que sería la segunda temporada (46-47) de la Costa del Pacífico.

Virgilio ayudaría al equipo capitalino a ser los campeones en el estadio de “La Casa del Pueblo” venciendo en cierre de película en un doble juego dominical a Guaymas con Joe Valenzuela ganando el primero de la mañana y luego Hubb Kittle superando 1-0 a Ramón Bragaña.

Además, “El Tigre de Regla” estuvo en el Juego de Estrellas de esa temporada en el Estadio Mazatlán.

Art Lilly fue el manager y campo corto; tuvo de pítchers estelares a Manuel “Ciclón” Echeverría y Joe Valenzuela, así como al cubano Carlos Colás, Herman Reich, Narciso Thompson, Fermán “Burbuja” Vázquez, Pepe Bache, Alejandro “Cabezón” Uriarte… más tarde llegó procedente de los “Tacuarineros” de Culiacán, Hubb Kittle, quien sería conocido como “Chutabaco”. Otros lanzadores fueron Luis Torres, el salvadoreño Jorge Aguilar y Fortunato Cota.

Además, “El Tigre de Regla” estuvo en el Juego de Estrellas de esa temporada en el Estadio Mazatlán.

Campeón con Nogales en la Liga de Sonora

En el verano de aquel 1947 dirigió (y jugó la primera base, claro) en lo que fue la Liga de Sonora a los “Belloteros” de Nogales, a quienes hizo campeones, siendo también el mejor bat del circuito con .356. Al siguiente año, volvió a conquistar el título al vencer en serie final de tres juegos a Obregón.

Tercer mejor bat del circuito

La tercera temporada (47-48), Hermosillo terminó en el segundo lugar, debajo del campeón Guaymas.

Virgilio fue el mejor tercer bat del circuito con .345 y 43 impulsadas; “La Mala” Torres/Venados (.362) fue el campeón y Barney Serrrell/Ostioneros (.356), segundo y JMV.

Ese año Lilly recibió de Los Mochis a Angel Castro, pero prefirió mantener en primera al cubano, enviando al empalmense al derecho y no aceptando esa idea, mejor pidió su baja y fue a parar a Obregón. “El Tigre” volvió a estar en el Juego estelar de media temporada.

Pepe Bache superó a Dandridge

Para la campaña del 48-49, volvió Art Lilly y quedaron en penúltimo con los Ostioneros, a pesar de ser los campeones defensores, ¡fueron los “coleros”!

El cuadro prácticamente fue el mismo que el año anterior con Arteaga (.256) en primera, Lilly en segunda, Uriarte (.277) en tercera y la gran sensación lo fue José Bache, que como parador en corto terminó campeón bateador con .319. Superó ni más ni menos que a Ray “Mamerto” Dandridge/de Obregón (.317)

La siguiente campaña fue desastrosa para “Los Presidentes” (8-22) en la segunda vuelta), lo que les hizo “tirar la toalla” a la directiva, por lo que Navojoa tomó la estafeta y sus jugadores. Hermosillo se ausentaría dos temporadas.

Para Virgilio Arteaga y sus compañeros no hubo nada bueno que contar en casa”, excepto de haber asistido de nuevo al Juego de Estrellas al Estadio Angel Flores de Culiacán el día 18 de enero de 1950 ante un lleno desbordante.

Esa vez jugaron los seleccionados Mexicanos contra los Extranjeros bajo la alineación siguiente:

EXTRANJEROS: Cátcher: Clinton Courtney y Jimmy Steiner. Pitchers: Jack Brewer, Al Olsen, Bob Clear, Roy Partlow y Hal Hudson. Virgilio Arteaga (1b), Dick Cole (2b), Henry Robinson (3b), Sam Bankhead (ss), y jardineros Gene Thompson, Balcena, Bill Curley y Minnor.

MEXICANOS: Cátchers: Laureano Camacho y Germán Bay: Pitchers: “Tuza” Ramírez, “Cochihuila” Valenzuela, Manuel Echeverría, “Corazón” Torres y Memo Luna. Angel Castro (1b), Lou Ortiz (2b), Leo Rodríguez (3b), “Huevito” Alvarez (ss), y jardineros: “Moscón” Jiménez, “Mala” Torres, Felipe Montemayor y Enrique “Bacatete” Fernández. Los extranjeros tuvieron de manager a Art Lilly mientras que los mexicanos a Manuel Arroyo.

El héroe indiscutible fue Lou Ortiz de Tijuana que impulsó cuatro carreras para que los nacionales vencieran por primera vez al equipo de extranjeros 4-2. Manuel Echeverría fue el pitcher inicialista y ganador, seguido por Alfonso La Tuza Ramírez y terminó Joe Valenzuela. Por los extranjeros abrió Jack Brewer de Obregón que se llevó el descalabro; le siguieron Roy Partlow de Guaymas y terminó John Wright de Mochis.

Con Mexicali en la Sunset

“El Tigre de Regla” fue invitado a dirigir a los Aguilas de Mexicali en 1951 en la Sunset, (pasaron a la Southwest Internacional (Internacional del Suroeste), donde se consagraron pero ya bajo el mando de Dee Moore quien lo remplazó.

Me dice su hija Martha Arteaga González, propietaria de Viajes “Palo Verde” aquí en Hermosillo, que aquel año Virgilio fue nombrado “Hijo Predilecto” de esa frontera.

En el 53 dirigió a los “Yaquis” de Nogales en la Liga Arizona-México.

¡Manager de Hermosillo!

Tras dos años fuera del circuito, Hermosillo volvió el 52-53 y le dio el timón ¡a Virgilio Arteaga!, pero el equipo no estaba en condiciones de hacer una gran campaña y ese invierno fue sotanero. La siguiente temporada Manuel “Shorty” Arroyo tomó su lugar. Lo mejor del team fue Refugio “Cucón” Bernal, quien resultó el Novato del año (.277).

Hermosillo ¡bicampeón!

Virgilio volvió a ser manager de Hermosillo el 54-55, pero la temporada siguiente entró al quite Hubb Kittle, quien llevaría al bicampeonato al equipo con aquellos grandes abridores, Don Nichols, Jimmy Ochoa, Stan Pitula y Pete Meza; Joe Brovia, Bob Bowman, Pepe Bache, Leo Rodríguez, Earl “El Toro” Averill, Ernesto “Natas” García, Ventura Morales, Ray Garza, Wayne Belardi, Claudio Solano…

Con Alacranes de Durango

En 1957 Virgilio Arteaga pasó a la Liga Central con Alacranes de Durango, a los que hizo campeones, y en la última temporada de la Liga de la Costa (57-58), volvió a los Naranjeros como coach ya que el timón estaba con Hubb Kittle.

Así, llegaría la Invernal de Sonora para dirigir a los Naranjeros del 58-59 al 62-63. (El verano del 59 dirigió a los Tigres tras sustituir a Memo Garibay; fue la campaña en que Luis Tiant ¡perdió 19 juegos!.

En ese periodo de cinco años, Arteaga lograría dos títulos seguidos e igual número de subcampeonatos para de esa forma despedirse con bombos y platillos de la franquicia Naranja.

(Continuará).

Lanzando para home

Cuando se jugaba la final de 1974 entre Mazatlán y Obregón, ya se sabía que los dos equipos estarían en la primera Serie del Caribe que se celebraría en Hermosillo, pues Venezuela no acudiría por problemas con la Asociación de Peloteros Venezolanos. Los Yaquis se reforzaron con Jorge Orta de Navojoa, Héctor Espino y Dennis O’Toole de Hermosillo y Ed Bauta de Culiacán. El manager Marte de Alejandro que sustituyó a Miguel Sotelo, envió a Rafael García contra los Criollos del Caguas, pero estaba tan nervioso que regaló base a Jerry Morales, luego un lanzamiento descontrolado, otra transferencia a Félix Millán y otro wild, ponchó a Willie Montañéz, pero regaló otro boleto a Jay Johnstone, vino otra base al que sería famoso, Mike Schmidt y se vino de caballito la primera carrera. Entró Ed Bauta y con elevado de sacrificio de Rudy Meoli, se vino la segunda anotación, que fue suficiente para terminar ganando por 2-1. El cubano Bauta duró 3.2 entradas con solo un hit, luego Enrique Romo lanzó las siguientes tres con tres hits sin carrera, cerrando Nicolás García la octava con un imparable. Por los boricuas abrió Craig Swan que lanzó siete entradas y solo le hicieron una carrera, que fue por jonrón de Héctor Espino en la séptima, cerrando Willie Hernández con dos episodios sin hit, para llevarse el salvado.

El sábado 2 de Febrero de 1974 se vieron las caras Mazatlán con el nombre de México y los Yaquis, en el juego estelar. Por los Yaquis subió a la loma Vicente Romo, que durante buen tiempo estuvo lanzando sin hit ni carrera, hasta que en la novena entrada le ligaron Carlos López y Celerino Sanchez sencillos, viniendo enseguida un jonrón de Jack Pierce para las tres carreras de Mazatlán, mientras los Yaquis le hacían ocho al derrotado Brad Meyring, Ken Tekulve, Francisco Javier Solís y Victor García. Los Yaquis tuvieron la siguiente alineación: Matt Alexander 8, Derrell Thomas 5, Jorge Orta 4, Rommel Canada 9, Héctor Espino 3, John Scott 7, Francisco Estrada 2, Juan Navarrete 6 y Vicente Romo el pitcher. Los Tigres de Licey le anotaron una carrera en la primera entrada a Ed Bauta y parecía que lo explotaban de la loma, pero pasó ese percance y lanzó por nota en el resto del juego, para terminar ganando por 5-1. Los Yaquis hicieron dos en la tercera con hit de Bauta, base a Alexander, entrega Orta a Bauta en tercera, pero Thomas sigue con hit para llenarse la bases y Espino que regresó de cuarto bat, conecta sencillo productor de dos . El chihuahuense en la novena empujó otras dos con otro hit de una base, para el total de carreras de los Yaquis.

Vuelven a chocar Venados y Yaquis y el resultado fue el mismo, el triunfo de 8-5 de Obregón, donde Alejo Ahumada como segundo relevo se llevó el triunfo, mientras perdía Aurelio López. Vino el juego clave para las aspiraciones de ganar la serie y de nuevo volvió a fracasar Rafael García, que sacó la primera entrada, pero en la segunda, Pedro García le pegó de hit, bases para Mike Schmidt y Otoniel Velez, más un elevado de sacrificio de Gary Carter. Viene Enrique Romo con tremendo relevo de cinco entradas, pero los Yaquis no pudieron hacerle nada a Eduardo Rodríguez y hasta la novena le anotaron a Ramón Hernández, perdiendo por 4-1. En el último juego contra Licey, los Yaquis tuvieron ventaja de 2-0, pero le empataron a Bauta con dos errores de Navarrete y Espino, para que en la octava con elevado de sacrificio de Steve Garvey, ganaran los Tigres de Licey por 3-2. Los Venados ganaron el primero a Licey por 3-2 y el último al campeón Caguas, donde Eleno Cuen le ganó el duelo a Wilie Hernández por 1-0…Después más lanzamientos. Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

Marrero ¡va por los 97!

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio

jarubio@guaymas.uson.mx

Se reporta Rogelio Marrero desde la Habana para informarnos que su ilustre abuelo, Conrado Marrero, una leyenda viviente del béisbol cubano, está por arribar a sus 97 años de vida.

“El Guajiro”, nació el 25 de abril de 1911 en una finca denominada Laberinto, en Sagua la Grande, en la región central de Cuba.

Rogelio nos hace llegar un documento publicado en un sitio de Internet, http://baseball.createmybb.com/archive/index.php/thread-664.html
cuya autoría es del colega Yazle Porto, con el título “COCO-BÉISBOL se acercó a Conrado Marrero”

Excelentísimo, hermano:


”A punto de arribar a los 97 años de edad, el legendario lanzador cubano Conrado Marrero recibió la visita de uno de los integrantes del equipo de COCO-BÉISBOL, Jesús Suárez Valmaña, quien además de conversar un buen rato con él, sacó algunas fotos que mostramos en el sitio.


Con una memoria muy por encima de lo normal para su edad, y con una salud que en sentido general anda en forma asombrosa, Marrero se mantiene al tanto del acontecer beisbolero, sobre todo la Serie Nacional.


El "Guajiro de Laberinto", a pesar de una aumento en la pérdida de la visión, casi nunca deja de seguir el campeonato cubano de béisbol, sobre todo las transmisiones de la COCO, especialmente los juegos de los Metros, según le expresó a Suárez Valmaña en este encuentro celebrado en el hogar del nonagenario ex-jugador, situado en el municipio Cerro, a poco menos de dos kilómetros del estadio Latinoamericano, escenario de muchos triunfos del "Premier" desde el nacimiento de la instalación en 1946.


"El viejo está entero, tiene tremenda salud y lo que más asombra es que su memoria le permite recordar todavía muchas cosas de su etapa de jugador", nos dice Valmaña.


Marrero, con más de 300 victorias entre amateurismo y profesionalismo dentro y fuera de Cuba, es el cuarto pelotero con más edad a nivel mundial, encabezando por supuesto el listado entre los nativos de este archipiélago.

En la Gran Carpa


Considerado como uno de los mejores lanzadores cubanos de todos los tiempos, pudo enseñar su calidad en los certámenes internacionales más importantes, incluyendo las Grandes Ligas, donde a pesar de llegar con 39 años y lanzar con el discreto Washington, se dio el lujo de ganarle a los mejores equipos y dominar a los bateadores más respetados de la época. Su récord fue de 39-40 en cuatro temporadas.


En Cuba impuso el récord de efectividad para la Liga Cubana, y sus resultados en la Liga Nacional Amateur lo sitúan como el mejor tirador derecho de toda la historia en este tipo de competencias. Tiró cuatro juegos de cero hit cero carrera, incluyendo uno en la Liga Internacional cuando lanzaba para los Havana Cubans.

Fue manager y entrenador después de su retiro, y hasta casi los 90 años estuvo vinculado directamente con el béisbol como instructor.

Fue el primer pitcher del país que derrotó a un equipo de Estados Unidos en Campeonatos Mundiales, y no ha habido otro serpentinero criollo con más juegos ganados que él cuando se unen todos los torneos nacionales y extranjeros.


Pero además de estos méritos dorados, la subsistencia de Marrero le ha reportado mayor fama todavía.

Otro hecho interesante es la cantidad de fechas de nacimiento del natural de la finca Laberinto en la antigua provincia Las Villas, con un total de tres, fijadas en abril, mayo y agosto.

Una historia brillante


Lo cierto es que este popular hombre ha vivido más de la mitad de los años que ha tenido nuestro pasatiempo nacional, siendo testigo de innumerables momentos, sobre todo desde la década del 20 hasta la fecha actual, donde como ya dijimos se mantiene informado de lo que acontece en la Serie Nacional.


Y aunque el corazón de Marrero no ha dejado de latir, él nunca será olvidado por aquellos fieles amantes del béisbol, quienes lo tendrá para toda la eternidad como uno de los protagonistas mayores de una historia brillante dentro de un deporte que en Cuba es parte de su identidad misma, y Marrero es uno de los que más ha contribuido a ello.


Feliz 2008 viejo, tu pueblo te quiere y te da las fuerzas, aunque sabemos que tienes de sobra, para que te quedes un tiempo más y disfrutes hoy desde tu casa de nuevas emociones beisboleras”.

Pudo conseguir más triunfos

En el sitio web, el lector dviera78, comentó

“Bonito reconocimiento a uno de los mejores lanzadores cubanos de todos los tiempos.

De haber querido jugar en GL a una edad más temprana hubiera alcanzado más victorias y méritos, a pesar de que nunca se caracterizó por ser un pitcher de 90 MPH, sino de un gran control y tremenda sabiduría a la hora de lanzar.

Según dijo Ted Williams en una ocasión, el más incómodo a la hora de enfrentar.

¿Y que decía Marrero de Williams?:

“No inventes mucho ni trates de confundirlo con curvas pues como quiera te la va a dar. Cierra los ojos, tírasela por el medio y presignate”.

Lanzando para home

Será la tercera vez que Obregón esté compitiendo en una Serie del Caribe. La primera fue cuando ganaron el campeonato de 1972-73 y fueron a Caracas a competir con los Leones de Caracas, Tigres de Licey y Cangrejeros de Santurce. Los Yaquis en el primer partido contra los Leones, fueron como equipo de casa o sea que cerraron las entradas. El manager Dave García envió al centro del diamante al zurdo Dick Troedson , que se enfrentó al nacido en Hawaii, Milt Wilcox, que ya tenía experiencia de tres años en Ligas Mayores. Los Leones anotaron en la primera entrada cuando el primer bat, Bert Campaneris recibió base, pasó a tercera con hit de Cesar Tovar y anotó con elevado de sacrificio de Victor Davalillo. El partido terminó 4-0 a favor del Caracas, lanzando todo el trayecto Wilcox con 5 hits, 2 bases y 4 ponches. Troedson salió tras cinco entradas, le anotaron tres y Manny Trillo le pegó jonrón de dos carreras. Después lanzaron Enrique Romo dos entradas con solo un hit y terminó Nicolas García que le hicieron una carrera en la octava con doble productor del catcher Joe Ferguson, que estaba de cuarto bat.

Los Yaquis para el segundo juego, tuvieron la siguiente alineación contra Santurce: Matt Alexander 8, John Scott 7, Derrell Thomas 4, Jim Campanis 3, John Dave Hilton 5, Nicolás Vásquez 9, Saúl Mendoza 6, Francisco Marquez 2 y Al Hrabosky el pitcher. Los Cangrejeros hicieron carreras en la segunda, tercera y sexta entrada. En la octava despertaron cuando el emergente Willie Arano conectó de hit entre tercera y short, entrando a correr el joven Juan Navarrete, siguió imparable entre segunda y primera de Matt Alexander, vino la jugada clave de la entrada, cuando John Scott conecta doble por el izquierdo que hace anotar fácil a Navarrete, pero Alexander que era muy rápido, es puesto out, vía Don Baylor al short Juan Beniquez al catcher Gerardo Rodríguez. Siguió Thomas con otro hit al izquierdo, ligó Campanis produciendo la segunda carrera y todavía Hilton bateó el sexto hit consecutivo, pero al batear para doble play Nicolas Vásquez, no pudieron empatar y perdieron el partido Ligaron su tercer descalabro al caer 8-2 ante los Tigres de Licey, perdiendo Maximino León que iba de refuerzo. En esa época los equipos dominicanos estaban llenos de peloteros americanos.

Vicente Romo era el único pelotero que llevaba Obregón, que estaba en las grandes ligas y cuando llegó al aeropuerto de Maiquetía, llamó la atención de los periodistas. Romo saltó a la loma para enfrentarse a los Leones y su rival fue el panameño Eduardo Acosta. Con el marcador empatado a dos carreras, en la sexta los Yaquis hicieron tres para terminar ganando por 5-3. Abrió Jim Campanis con doble, Nicolas Vasquez pego de hit que produjo la primera, cuando había dos outs, pasaron intencional al “Chino” Márquez para pitchearle al pitcher Romo y éste respondió con un rodado que partió en dos el diamante y empujó las carreras cuatro y cinco. En la octava cuando se metió en problemas, primero entró Enrique, que regaló una base y enseguida el zurdo Hrabosky, hizo un relevo de orejas y rabo en dos entradas, para conservar la ventaja. De nuevo se enfrentaron al Santurce y hasta la octava entrada estaban venciendo al famoso Juan “Terín” Pizarro por 2-1 y ahí los boricuas hicieron tremendo racimo de ocho carreras y ganaron por 9-3, perdiendo Troedson su segundo partido. Se despidieron de Caracas con otra derrota, cuando Al Hraboksy como abridor le hicieron 7 carreras en tres entradas y terminó el juego por 8-2 y con ellos Obregón quedó en la cola de esa serie celebrada en el Estadio Universitario de la capital de Venezuela…Después más lanzamientos.

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