Remehibe

lunes, 3 de marzo de 2008

Razones de un proyecto

Sobre cualquier diferencia e interés particular, el proyecto se legitima en el reto de sostener e impulsar a la organización en beneficio de deporte y el periodismo deportivo.

Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

Nuevos Tiempos se avizoran en la Asociación Sonorense de Cronistas Deportivos (ASOCRODE).

Sucede lo mismo con la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos (FEMECRODE) que en Zacatecas estableció las bases para su próxima renovación de comité directivo y búsqueda de mejores horizontes.

Sin duda, el fundamento que las legitima, se sustenta en un proyecto de impulso a la organización sobre cualquier diferencia e interés particular, siempre en bien del desarrollo del deporte y el periodismo deportivo.

Ese es el gran reto, de frente al futuro, como profesionales de la comunicación. Sostener y hacer trascender el gran proyecto de la FEMECRODE y la ASOCRODE.

A don Carlos Vázquez Castro (+), Carlos Casillas, Manuel Torres Rivera, Jesús Arturo Llánes Camacho y un servidor, nos tocó la parte histórica de convocar, fundar y empezar a desarrollar hace casi diez años lo que hoy es la ASOCRODE:

Carlos Casillas y don Carlos fueron sin duda los motores de su creación como representantes fundadores de la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos (Femecrode), encontrando eco y apoyo en quienes decidimos lanzarnos a la gran aventura luego de otros previos intentos por contar con una organización de esta naturaleza.

¿Y con qué objetivo?

Constituir una estructura/organización de apoyo al desarrollo del deporte y al periodismo deportivo.

Así se sencillo.

Sin embargo, había y persiste un fondo relevante:

Sí: apoyar la capacitación de los colegas a través de cursos, seminarios, pero también tratando de alcanzar que al comunicador deportivo se le ubique en un plano de mayor respeto y valoración, con pleno reconocimiento como profesional de la información.

En la primera elección para presidente, Manuel Torres resultó ganador en proceso de votación secreta entre los fundadores presentes y todos contentos, esperanzados en alcanzar los objetivos planteados, haciendo extensivo el proyecto hacia otras ciudades de la entidad.

Comité de Apoyo

También pasamos a la etapa de formar un equipo de distinguidos colaboradores a través de un Comité de Apoyo integrado por amigos que aman al deporte, ex atletas-deportistas y que incluso fueron homenajeados por las ceremonias de Premio al Mérito de la ASOCRODE.

También nos trazamos el reto de celebrar congresos y asambleas de acuerdo a como lo lleva a cabo la FEMECRODE, respetando tiempos y formas. Incluso, realizar la ya tradicional ceremonia de Premio al Mérito de cada diciembre donde se entrega el galardón creado por la asociación en memoria de Carlos A. Vázquez Castro al Mejor Comunicador Deportivo del Año en Sonora.

En este desarrollo logramos ser incorporados por la Comisión del Deporte en el Estado (CODESON) a su Consejo Consultivo del Deporte y, en general, con el paso del tiempo sentimos que la organización ha alcanzado un reconocimiento general de la sociedad.

Ese fue el papel que nos tocó jugar. Alcanzar este nivel de respeto y reconocimiento, con puertas abiertas en todos los sectores, incluyendo los medios de comunicación, así como una muy positiva ubicación y distinción entre las demás asociaciones del país que conforman a la FEMECRODE.

En los primeros años llevamos a cabo algunos cursos y charlas sobre periodismo deportivo con estudiantes de Comunicación de la Unison, esfuerzo que desafortunadamente no ha sido permanente.

En este renglón, la convocatoria siempre ha estado abierta para que todos los que forman parte de la asociación desarrollen cualquier actividad de apoyo al deporte y la profesionalización de sus cuadros/recursos humanos en sus respectivas localidades.

Dirigencia estatal

Después de la primera gestión de Manuel Torres, un servidor ganó por unanimidad en el congreso estatal de Nogales y luego en Guaymas en proceso electoral secreto entre tres participantes (Eugenio Madero fue el otro contendiente ya que Pedro Samuel Vázquez, de Caborca, cedió sus votos al ganador), me dieron el respaldo mayoritario para un segundo periodo.

En San Luis Río Colorado, también en congreso estatal, Llánes Camacho ganó por unanimidad. Este año, hubo dos contendientes en el congreso que organizó Guaymas: Asención “Tibo” Sánchez, de esa ciudad y puerto, y Jesús Olivas, de Hermosillo. Hubo votación secreta y ganó ampliamente el primero por 24 a 8 sufragios.

En cada proceso de elección todo se decide a través de un voto por unanimidad hacia el mejor perfil… o se somete a votación secreta. Así ha sido siempre en cada congreso estatal. Es la asamblea de congresistas quienes tienen la última palabra.

Y, de acuerdo a los estatutos que emanan de la Federación, los presidentes salientes de cada asociación quedan como Presidentes Honorarios, lo que no quiere decir que podrán tener “el control de las cosas”, cabe advertir.

Hacia una nueva generación

Ahora bien:

Hay razones de peso en que ya es hora de que los jóvenes colegas asuman el liderazgo de la ASOCRODE con gran entusiasmo y responsabilidad profesional en bien del deporte y el periodismo deportivo.

Eso se ha planteado desde que se fundó la organización: pensar y trabajar hacia la nueva y futura generación, dejándoles un cimiento/soporte sólido, toda vez que siempre se visualizó un proyecto a largo plazo. Y si inició en Hermosillo, por supuesto que de ninguna manera se decidió que iba a radicar para siempre en esta ciudad capital.

Al tenerse hoy al comité directivo está en Guaymas; por primera vez, fuera del ámbito capitalino en nueve años, que nunca es tarde, desde ese escenario seguramente se redoblarán esfuerzos en bien de la organización y búsqueda de más logros y objetivos.

Ahora viene quizá la parte más difícil del proyecto:

Consolidar/posesionar aún más a la organización, lograr becas para los hijos de los miembros de la asociación, intensificar cursos de capacitación permanentes, enlazarnos y llevar a cabo acciones y nuevas estrategias con otras asociaciones afines, entre otros aspectos como puede ser la gestión de vivienda. Estas metas, seguramente ya trazado, le corresponde a la nueva dirigencia y esperemos logre tan trascendentes objetivos.

A los primeros tres dirigentes nos correspondió la formación e impulso de la organización y en verdad cómo hubiéramos deseado lograr estos últimos aspectos.

Por una mayor difusión

Incluso, aceptamos que fallamos en mantener mayor comunicación con los delegados y miembros de la asociación en los distintos puntos de la entidad.

En este rubro, por supuesto que siempre ha hecho falta un área de difusión, esfuerzo que un servidor de alguna manera he realizado aprovechando la nueva tecnología de Internet para dar a conocer las diversas actividades, sin más propósito de servir de puente comunicativo.

También en fecha reciente se creo con el mismo fin el blog www.asocrode.blogspot.com bajo la dirección de Alexis Sánchez.

En igual forma, la ASOCRODE nunca ha contado con cuotas de recuperación de los asociados y todavía no se ha regularizado la documentación que le permita tener recibos deducibles y apoyos oficiales como miembros del Consejo Consultivo de la CODESON.

Ningún miembro o dirigente recibe salario alguno, sino que todo más bien se hace “por el amor al arte”, aportando ligeras cuotas y gestionando apoyos para realzar importantes actividades.

En lo particular, cifro esperanzas en el inicio de una nueva etapa de crecimiento/maduración en un calima de cordialidad, fraternidad, respeto y un espíritu emprendedor por nuevas propuestas que mejoren lo hasta ahora logrado.

LANZANDO PARA HOME

Recuerdo cuando leí en la Revista HIT en los años cuarenta, un artículo sobre el Salón de la Fama de Cooperstown, donde en la votación de 1936, fueron tomados en cuenta 42 jugadores de las Ligas Mayores, siendo Ty Cobb el que recibió 222 votos de posibles 226 y se necesitaban 170 votos para ser nombrados los primeros inmortales de las grandes ligas. Acompañaron a Cobb, nada menos que Babe Ruth con 215 votos, empatado con Honus Wagner, el pitcher Christy Mathewson con 205 y otro gran lanzador, Walter Johnson con 189. Fue hasta el lunes 12 de Junio de 1939 cuando se inauguró el recinto en forma oficial y para esa fecha ya había 23 peloteros que habían sido nombrados. Cuando terminé de leer ese artículo, pensé que algún día tendría la oportunidad de conocer ese mítico salón en Estados Unidos.

Era el mes de Junio de 1964, cuando salí en autobús rumbo a Tucson, Arizona. Aprovechando una gran promoción de la línea Greyhound, que podía viajar 99 días por 99 dólares, tome un autobús con rumbo a El Paso. De ahí subí hasta San Luis, donde llegué a conocer The Sporting News, luego rumbo a Washington y la última escala fue nada menos que Nueva York. Hice el viaje para conocer la Feria Mundial que se llevó a cabo en Flushing Meadow.muy cerca del Estadio de los Mets, ir a ver los Yankees y a los Mets, pero mas que todo conocer el Salón de la Fama. Unos días me extasié con la grandiosidad de la Feria Mundial. Luego visite el Yankee Stadium, donde me tocó ver ganar a los Yankees por 7-5 sobre los Medias Rojas con pitcheo ganador de Eddie Ford y salvado para Pete Mikkelsen. Quería ver batear jonrones a Mickey Mante o Roger Marís, pero los que la sacaron fueron Joe Pepitone y Tom Tresh. Después estuve en el Shea Stadium, donde ganaron los Mets a los Filis por 7-3, pero es todo lo que recuerdo.

Tomé un autobús para ir a Cooperstown, pensando que estaba cerca, pero se fue por caminos donde llegó a varios pueblos del estado de Nueva York, hasta que por la tarde arribó a éste risueño lugar, Ahí dormí. Al día siguiente estuve en el Salón de la Fama, donde lo más interesante fue el museo, donde estaban uniformes, guantes, bats y pelotas de diferentes peloteros. Un lugar especial para Babe Ruth y también conocí el parque donde en cada año jugaban un partido dos equipos de Ligas Mayores, precisamente en el aniversario de dicho salón. En mi regreso a Obregón, que duró tres días y tres noches en autobús, tuve la oportunidad de pensar mucho y recordé como Fray Nano o sea don Alejandro Aguilar Reyes, dueño del periódico deportivo La Afición, en el mismo año de 1939, a través de una votación con sus lectores, nombró a los primeros peloteros que llegaron al Salón de la Fama de México, que no tenía hasta ese momento un lugar especial. Como en Cooperstown fueron cinco los nombrados en México, siendo Lucas “El Indio” Juárez, Antoio Delfín Lañiza, Julio Molina “Diamante Blanco”, Leonardo “Najo” Alanís y Fernando “Cocuite” Barradas. No causó mucho impacto esos nombramientos y el tiempo pasó. De nuevo salió a colación sobre la necesidad de un Salón de la Fama en nuestro país y por medio de la Revista HIT, hubo otra votación en 1964, donde fueron nominados, Angel Castro, Epitacio “La Mala” Torres, Lázaro Salazar, Martín Dihigo, Ramón Bragaña y Genaro Casas.


Todavía en ese año se veía difícil que existiera un salón especial, pero en la Convención celebrada en 1972, en Hermosillo, Sonora, la ciudad de Monterrey recibió más votos que Guaymas, Sonora y ahí estaría el Salón de la Fama del Béisbol Profesional Mexicano, en las instalaciones de la Cervecería Cuauhtemoc Moctezuma, que desde el año de 1973 ha sido el motor económico para sostener, ampliar ese recinto que es orgullo del béisbol mexicano…Después más lanzamientos. Correo Electronico: alarb34@yahoo.com.mx

“Soy el Charro Negro”: Miñoso

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.usonmx

¡Qué cosa!

Qué privilegio saludar y platicar con “Minnie” Miñoso, ayer en la tarde en el “Héctor Espino” donde hoy es el gran Invitado de Honor para el juego Diamondbacks-Medias Blancas.

¡Y ya vámonos al estadio!

En serio, qué emoción y recuerdos envueltos en el tiempo al estar junto a esta gran leyenda del béisbol universal.

Y pregúntele al colega Héctor Zaragoza, venido desde Coatzacoalcos, quien hará más de 30 años lo tuvo de visita en su hogar… y con quien tuvo hoy clase de reencuentro.

“Soy el “Charro Negro”; soy mexicano; quiero mucho a esta tierra... tengo muchos recuerdos y no olvido todo lo que viví con ustedes”, así se expresó el gran Orestes.

¡Nombre…!

Sí, clase de caballero, como solemos decir ante gente de esta altura, de esta naturaleza. Una sencillez, una humildad, un corazón, un trato, una amabilidad… ¡por favor!

Un abrazo sincero, un afecto y sentimiento encontrado en Orestes, cómo decírselo a usted.

Mis respetos, qué emoción, en verdad.

“Con Hermosillo tuve mi primera experiencia como manager”, recordó en su visita al Recinto Histórico de los Naranjeros

Ahí estuvimos Héctor Zaragoza y un servidor al lado del doctor Arturo León Lerma y a Carlita Bustamante, además de los colegas Oscar Soria, Carlos Cota Rubio, Priscilla Mungarro, Ronnie Valencia, Felipe Silva y Alberto “Gaetti” Gallegos.

Por supuesto, supuesto aún hay más en el tintero en nuestro encuentro con el gran “Minnie Miñoso

Que si no

“La Mala”, en Cuba

Se reporta el gran colega e historiador, “La Biblia del Béisbol”, Angel Torres, desde California:

Jesús: una anécdota de “La Mala Torres”

“Cuando jugó en Cuba con los Tigres de Marianao en el campeonato de 1943-44, estaba bateando como él podía hacerlo y en eso el periodista Eladio Secades le hizo una entrevista y le tomó una foto de sus manos empuñando el bate, alabando la forma como lo apretaba para producir sus hits.

Pero después del artículo, Torres cayó en un profundo letargo al bate y terminó la temporada con un average de .268, producto de 49 hits en 183 veces al bate, con 4 dobles, 4 triples, cero jonrones y 14 impulsadas.

Casi todos esos batazos extras en la primer parte del torneo.

Bueno, entonces los maliciosos comenzaron a decir que Secades había “embrujado” a “La Mala” con su artículo, creándole un maleficio”.

La fortaleza mental de Zenón Ochoa

De la hermosa Alvarado, nos escribe el maestro Marcelo Mojica:

“He leído con sumo placer tu mensaje de agradecimiento por las fotografías y tu artículo en el que comentas tu conversación con el señor Francisco González Montoya, paisano que muestra una devoción digna de aplauso por su tierra jarocha y por el deporte que nos apasiona.


En efecto, la labor de don Zenón en el béisbol del sureste veracruzano es encomiable.

Como afirma el Sr. González, se entregó con vehemencia a la categoría infantil, tanto que hasta llegó a diseñar un campo de béisbol para niños.

El lunes pasado me llamó por teléfono para acusarme recibo de un envío por vía postal y como en todas las conferencias me manifestó su nostalgia profunda por esta tierra.

Le dije que a diario leía tus comentarios, -deferencia que siempre te agradeceré-, me respondió que "hace un tiempo que no sé de él".

Le respondí que tus viajes frecuentes, el Congreso, las juntas, etc., te mantenía como trabador del beisbol de tiempo completo. Se rió con ganas y me comentó que tenían pendiente una entrevista para unos datos que necesitas.

Jesús, me admira la fortaleza mental de don Zenón. Nació en 1912 y sus pensamientos siguen cargados de inteligencia, sus disertaciones y comentarios me dejan admirado por su certeza, su sentido común y su ilustración.


Jesús, mi abrazo fraterno con la admiración de cada día. Vale.

La conferencia del doctor Carranza

Y desde la Blanca Mérida, el colega historiador Carlos Castillo también está Al Bat:

“Jesús, qué excelente trabajo del doctor Carranza, pese a que está resumido el trabajo, no le resta ningún ápice a lo expuesto.


Te vuelvo a repetir que en 1972 cuando nació mi varón, los "Leones" me invitaron a acompañarlos a visitar a los "Charros" y seguidamente a los "Cafeteros".

Fue la primera ocasión que escuché en boca del "Guajiro" José Ramón López, en la oscuridad del autobús, mientras partíamos hacia Córdoba que le decía a alguien "no, nada de eso, esas pastillas las tomas y te sientes bien pero al día siguiente no puedes conciliar el sueño".

Fue la primera ocasión que tomé conciencia de que el problema ya existía, pero Jesús, los calendarios bajo la Presidencia de Ramírez Muro, eran una pesadilla, dobles juegos por todas partes, en gira y en casa y eso ocasionaba un desgaste en el atleta que no se recuperaba viajando en los autobuses ni ingiriendo alcohol. Verdaderamente criminales.


Treto Cisneros dio el cambio y terminaron esas angustias; lo único es que tenía un exceso de soberbia.


Tu siempre amigo, Carlos R.

LANZANDO PARA HOME

Recuerdo cuando leí en la Revista HIT en los años cuarenta, un artículo sobre el Salón de la Fama de Cooperstown, donde en la votación de 1936, fueron tomados en cuenta 42 jugadores de las Ligas Mayores, siendo Ty Cobb el que recibió 222 votos de posibles 226 y se necesitaban 170 votos para ser nombrados los primeros inmortales de las grandes ligas. Acompañaron a Cobb, nada menos que Babe Ruth con 215 votos, empatado con Honus Wagner, el pitcher Christy Mathewson con 205 y otro gran lanzador, Walter Johnson con 189. Fue hasta el lunes 12 de Junio de 1939 cuando se inauguró el recinto en forma oficial y para esa fecha ya había 23 peloteros que habían sido nombrados. Cuando terminé de leer ese artículo, pensé que algún día tendría la oportunidad de conocer ese mítico salón en Estados Unidos.

Era el mes de Junio de 1964, cuando salí en autobús rumbo a Tucson, Arizona. Aprovechando una gran promoción de la línea Greyhound, que podía viajar 99 días por 99 dólares, tome un autobús con rumbo a El Paso. De ahí subí hasta San Luis, donde llegué a conocer The Sporting News, luego rumbo a Washington y la última escala fue nada menos que Nueva York. Hice el viaje para conocer la Feria Mundial que se llevó a cabo en Flushing Meadow.muy cerca del Estadio de los Mets, ir a ver los Yankees y a los Mets, pero mas que todo conocer el Salón de la Fama. Unos días me extasié con la grandiosidad de la Feria Mundial. Luego visite el Yankee Stadium, donde me tocó ver ganar a los Yankees por 7-5 sobre los Medias Rojas con pitcheo ganador de Eddie Ford y salvado para Pete Mikkelsen. Quería ver batear jonrones a Mickey Mante o Roger Marís, pero los que la sacaron fueron Joe Pepitone y Tom Tresh. Después estuve en el Shea Stadium, donde ganaron los Mets a los Filis por 7-3, pero es todo lo que recuerdo.

Tomé un autobús para ir a Cooperstown, pensando que estaba cerca, pero se fue por caminos donde llegó a varios pueblos del estado de Nueva York, hasta que por la tarde arribó a éste risueño lugar, Ahí dormí. Al día siguiente estuve en el Salón de la Fama, donde lo más interesante fue el museo, donde estaban uniformes, guantes, bats y pelotas de diferentes peloteros. Un lugar especial para Babe Ruth y también conocí el parque donde en cada año jugaban un partido dos equipos de Ligas Mayores, precisamente en el aniversario de dicho salón. En mi regreso a Obregón, que duró tres días y tres noches en autobús, tuve la oportunidad de pensar mucho y recordé como Fray Nano o sea don Alejandro Aguilar Reyes, dueño del periódico deportivo La Afición, en el mismo año de 1939, a través de una votación con sus lectores, nombró a los primeros peloteros que llegaron al Salón de la Fama de México, que no tenía hasta ese momento un lugar especial. Como en Cooperstown fueron cinco los nombrados en México, siendo Lucas “El Indio” Juárez, Antoio Delfín Lañiza, Julio Molina “Diamante Blanco”, Leonardo “Najo” Alanís y Fernando “Cocuite” Barradas. No causó mucho impacto esos nombramientos y el tiempo pasó. De nuevo salió a colación sobre la necesidad de un Salón de la Fama en nuestro país y por medio de la Revista HIT, hubo otra votación en 1964, donde fueron nominados, Angel Castro, Epitacio “La Mala” Torres, Lázaro Salazar, Martín Dihigo, Ramón Bragaña y Genaro Casas.

Todavía en ese año se veía difícil que existiera un salón especial, pero en la Convención celebrada en 1972, en Hermosillo, Sonora, la ciudad de Monterrey recibió más votos que Guaymas, Sonora y ahí estaría el Salón de la Fama del Béisbol Profesional Mexicano, en las instalaciones de la Cervecería Cuauhtemoc Moctezuma, que desde el año de 1973 ha sido el motor económico para sostener, ampliar ese recinto que es orgullo del béisbol mexicano…Después más lanzamientos.

Correo Electronico: alarb34@yahoo.com.mx

Quiere autógrafo de Zenón Ochoa

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.usonmx

Nuevo amigo desde Villahermosa, Veracruz: Francisco Montoya González, quien en medio de una agradable charla en torno a diversos tópicos de béisbol, me pide la dirección de Zenón Ochoa, aquí en Hermosillo.

Francisco, me dice:

“Conocí a Don Zenón Ochoa en Agua Dulce, Veracruz, donde fue el gran impulsor de la liga infantil de béisbol. Mi hijo y yo andamos recopilando autógrafos de peloteros famosos, entre ellos ya obtuvimos las pelotas firmadas por Miguel Fernández “Becerril” (QEPD) y de Pedro “Charrascas” Ramírez”.

Francisco radica en Villahermosa, Tabasco, desde hace 20 años y me dice que sus dos hijos varones son aficionados a los Olmecas.

Por cierto, Jesús, tuve la intención de ir a Hermosillo para ver el partido de Grandes Ligas pero por razones de trabajo no puedo. La idea era asistir acompañado de mi familia, porque les he platicado de Don Orestes Miñoso. Lo vi jugar con los Cañeros de Cárdenas en la Liga Tabasqueña y era un placer ver como a sus 50 años se divertía y gozaba del béisbol en la primera base”.

Le pregunté si jugó pelota:

“No, desgraciadamente no jugué béisbol. Influyó mucho el gusto por el futbol de mis hermanos mayores. Eran muy buenos y yo los imité. Pero te aseguro que si hay otra vida o reencarno será en un pelotero. Sólo practiqué softbol y lo sigo haciendo, pero no se compara con lo que es el Beisbol. Mira viví en Agua Dulce, Veracruz y me tocó ver unos equipazos jugando en la tabasqueña”.

Francisco señala que todos los equipos eran sucursales de diversas franquicias de la Liga Mexicana y que ahí nació mi amor por el Béisbol”.



Recuerda que vio jugar a peloteros como: Orestes Miñoso, Andrés “Avestruz” Rivera, Ron McDonald, Pedro Cortez, José “Che” Reyes, Fidencio Ibarra, Arturo Bernal, Julio César Imbert, José Stenet, Carlos Morales, “Habichuela” Valenzuela, Ramiro Caballero, Eladio Urías, Lucio Vichel, en una primera época, cuando Agua Dulce era sucursal de los Piratas de Sabinas.

Luego, añade, en una segunda etapa, cuando Agua Dulce fue sucursal de los Tigres, a Martín Terrazas (papá de Iván), Carlos Rivera, Teodoro Flores, Bernardo Martínez, Lenin Flores, Tomás Johnson, Mario, Arballo, Cuco Cervantes, Norberto Guillén, un excelente pitcher derecho de apellido García (creo era David) y por el rumbo de Macuspana, con los Pericos, andaban Houston Jiménez y José Elguezábal.



Y acota:

“Ya lo dijo Einstein; el béisbol es el rey de los deportes”.

Le expresé que coincidimos en la época en que yo viví en el puerto jarocho:

“Todo me suena conocido porque yo estudié la prepa en los años 77-78 y el propedéutico en el 79. Luego me fui a Xalapa a estudiar Economía. Hoy día cuando viajo a Veracruz tomo el atajo hacia Tlacotalpan, un lugar mágico donde se detiene el tiempo y se saborean ricos mariscos, toritos y dulces de almendra. Mi suegro es capitán de la Armada de México. En fin muchos buenos datos.

Perfecto Vélez y Rico Carty

También recuerda el nombre de Perfecto Vélez Ortiz, dueño de la casa deportiva La Gran Sociedad por estar muy ligado como promotor y patrocinador del béisbol veracruzano.

Cita que en esa época en el antiguo Parque Deportivo Veracruzano vio jugar a un aporreador impresionante: Rico Carty, con los Cafeteros de Córdoba. . . cree que fue en el trienio de Beto Avila como presidente municipal de la ciudad y puerto de Veracruz.

“Precisamente el Águila es mi equipo, quien con Enrique Izquierdo EN 1970 consiguió su último banderín en la Mexicana. Por cierto, un día saliendo del propedéutico, al pasar por el Parque Deportivo Veracruzano, las puertas estaban abiertas porque el juego Aguila-Leones pasaba de la sexta entrada y vi tirar a un pitcher gordito, zurdo que un año después conmocionó al béisbol de Grandes Ligas . . . El Toro Valenzuela. Increíble e intransitable. Una máquina de lanzar.

Su vástago con peloteros



Me da a conocer, orgulloso, que su hijo se llama Francisco Mario Montoya Valdés, ahora de 15 años de edad y que luego me manda fotos de Miguel “Becerril” Fernández, que le tomaron en las Choapas, justo un año antes de su muerte.

Cita que en ese lugar consiguieron un libro escrito sobre las historias del “Becerro de Oro” en el béisbol que también les autografió. Le dije que esa obra el doctor Jaime Cervantes me la envió hace tiempo desde Puebla.

“Este libro habla de su historia. Lo escribió un admirador de él de apellido Palma Alor. Es un buen libro por las anécdotas. Si recuerdas, Don Miguel era de origen tabasqueño y su familia era de elevada estatura. Una buena persona. Nos atendió en forma excelente. Debo aclararte que soy veracruzano, paisano del inolvidable Beto Avila”.

Y concluyó:

“A través de una nota tuya contacté al hijo del “Superman de Chihuahua” y adquirí un uniforme completo con el número 21, la pelota de las 1,000 carreras impulsadas en la Liga de Pacífico y la gorra de su temporada de despedida con los Naranjeros.

Por cierto, Héctor Jr. es un caballero y un tipazo, como su padre”.

¿Cómo la ve?

LANZANDO PARA HOME

Poco a poco se van terminando los mitos que han existido en el béisbol. Primero el de Abner Doubleday, que por mucho tiempo se aseguró que había sido el inventor de éste deporte. En 1904 se formó la Comisión Mills, para investigar los comienzos y se basaron en una carta que envió Abner Graves, un ingeniero de minas desde Denver, Colorado, donde aseguraba que Doubleday había inventado el béisbol en Cooperstown en el Estado de Nueva York en 1839. La única prueba que presentó fue una pelota que había guardado y que con ella habían jugado, no recordaba si en 1839, 1840 o 1841. Graves aseguraba que Doubleday había regulado el número de jugadores en nueve, con tres bases y el home, aunque nunca demostró nada. Fue en 1907 cuando se dictaminó en forma oficial que Abner Doubleday era el inventor de éste deporte en 1839. Vinieron los cuestionamientos y se empezó a comprobar que Doubladay, ni siquiera había visto un juego en toda su vida de militar y que en 1839 y 1840 estuvo en West Point y nunca se alejó de esa escuela en esos años. En una ocasión que entrevistaron a Branch Rickey, el hombre que firmó a Jackie Robinson para jugar en las Ligas Mayores, al referirse a Doubleday, dijo: “Lo único que empezó este general fue la guerra de secesión”.

Gracias a las investigaciones de Cesar González Gómez que radica en Monterrey, hizo posible que otro mito, el de Alexander Cartwright, considerado por muchos como uno de los inventores de éste deporte, haya terminado. En lo particular sabía que Cartwright pertenecía a un club de Nueva York, de nombre Knickerbockers. Cuando tenía 25 años, llegó al club con las primeras reglas de un nuevo juego que llamó béisbol, pero en realidad era muy parecido a otro llamado rounders que venía de Inglaterra. Como querían que ese nuevo deporte fuera totalmente norteamericano, se lo adjudicaron primero a Doubleday y más tarde a Cartwright. Reconocen que puso la piedra angular para el béisbol con las primeras 25 reglas, que fueron cambiando paulatinamente, hasta llegar a la actualidad. Aprueban que el primer partido se llevó a cabo en Hoboken, New Jersey el 19 de Junio de 1846, donde un equipo de nombre New York Nine venció a los Knickerbokers por 23-1, tomando en cuenta que ganaba el primero conjunto que anotaba 21 ases, que así fueron conocidas las carreras, no importando en cuantas “manos” o sea los innings o entradas como las conocemos también. Se aseguraba que en su viaje de Nueva York a California, fue llegando a todos los pueblos enseñando el nuevo deporte, pero se comprobó que no sucedió así. Finalmente se fue a Hawaii, conocido en esa época como las Islas Sándwich, donde murió en 1892.

Otro mito que se terminó con lo investigado por Cesar fue lo relativo a como se jugo por primera vez en Guaymas en 1877. El libro de Miguel S. Durazo que salió a la luz en 1945, se basó en lo que le platicó un señor de Guaymas de nombre, Torcuato Marcor, que tuvo la satisfacción de ver ese partido en un lugar conocido como la Plaza de las Carretas, donde los marinos del Montana bajaron y pidieron permiso para llevar a cabo un juego de un deporte que no se conocía en el puerto sonorense. Cesar hizo investigaciones en San Francisco, California y demostró que el Montana se había hundido un año antes, pero también descubrió que muchos jóvenes nativos de Guaymas, Hermosillo y Mazatlán estuvieron en un colegio Santa Clara, donde practicaron ese deporte, desde 1867, así que seguramente al regresar a sus ciudades de origen, practicaron y llevaron a cabo juegos de béisbol…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx

“La Mala” Torres

Al Bat
Por Jesús Alberto Rubio
jarubio@guaymas.uson.mx

(Primera parte)

Epitacio “La Mala” Torres es realmente una leyenda del béisbol.

Fue el primero en llegar a mil hits en la Liga Mexicana.

Un zurdo conceptuado como poseedor del brazo más poderoso en el jardinero izquierdo.

Esa fue y ha sido siempre su principal referencia; un brazo “a la Roberto Clemente”.

“La Mala” Torres; un regio nacido el 19 de septiembre de 1921 que vivió hasta el 21 de abril del 71, fue Novato del Año en 1939.

Su primera aparición en la pelota profesional en el 39, fue como bateador emergente, precisamente en el primer juego de la historia del equipo llamado entonces como Carta Blanca más tarde, Industriales o “Fantasmas Grises” de Monterrey en la Liga Mexicana.

Sucedió el el 20 de mayo en una victoria de 3-1 de los Cafeteros de Córdoba con pitcheo de Lázaro Salazar, quien superó a Jimmie Direux.

El jovencito Torres fue dominado pero al final de la contienda fue nombrado Novato del Año producto de su .316 y cinco cuadrangulares.

Más tarde, en la campaña del 42 Lázaro Salazar fue su timonel (y jugador), haciendo tercia inolvidable junto a Daniel “La Coyota” Ríos.

En 1943 el Monterrey ganó su primer campeonato, promediando .308.

Por supuesto que entre el 47 y el 49 con el mismo Lázaro Salazar de timón fue también factor clave para el tricampeonato de Monterrey, el récord vigente de la Mexicana.

Dueño del jardín derecho

Al paso del tiempo, se ubicaría como un flamante propietario del prado derecho en el Equipo Ideal de Todos los Tiempos del béisbol mexicano.

Fue el jardinero que mejor promedio alcanzó en la historia de la Liga Mexicana con .982.

Fue un zurdo para tirar y batear fue gran estrella de los Sultanes de Monterrey en el verano y los Venados de Mazatlán en el invierno de la Costa del Pacífico.

Con Daniel “La Coyota” Ríos formó tremenda pareja entre los 40`s y 50`s, logrando la admiración de la afición de Monterrey.

“La Mala” (7) es de los jugadores emblemáticos con números retirados en el equipo de Monterrey: Lázaro Salazar (17), Daniel “La Coyota” Ríos (5), Felipe “Clipper” Montemayor (13), Héctor Espino (21), Vinicio García (9) y Arturo González (22).

En el invierno de 1943 jugó con los Tigres de Marianao, en Cuba.

Los Senadores de Washington, por medio de su scout Joe Cambria, se impresionaron con su actuación y lo firmaron, pero “La Mala” nunca se reportó.

Primero con mil hits

Hubo grandes momentos en la trayectoria del regiomontano, entre los que se encuentras estos dos pasajes:

Cuando el 12 de septiembre de 1947 pasó a ser el primer pelotero en llegar a mil hits en la Liga Mexicana; por cierto, en cerrada batalla con su compañero Agustín “Pijini” Bejerano jugando en el Parque Delta.

Otro, fue aquella noche del 3 de agosto de 1954, en el viejo parque Cuauhtémoc de Monterrey, cuando en la décima entrada conecto un jonrón para que los Mexicanos ganaran 1-0 a los extranjeros en el Juego de Estrellas. Fue un espléndido batazo sobre la barda del jardín derecho que emocionó a raudales y dramatizó el gran final del histórico partido.

Ya al final de su carrera llegó a jugar en la Liga de Texas con los Misioneros de San Antonio.

Ocurrió en 1957 y ahí bateada .253 cuando lo cambiaron al Tecolotes de Nuevo Laredo, pero sólo apareció en dos partidos con la franela fronteriza.

Conectó un total de 1,824 hits en la Liga Mexicana una de las marcas de más imparables en toda la historia, a pesar de que su carrera se jugaba solamente en series de tres y cuatro juegos en la semana.

En la poderosa Liga de la Costa

En la vieja Liga de la Costa del Pacífico jugó ocho temporadas con Venados de Mazatlán y una con Tijuana.

Tuvo campañas fabulosas como la de 1947-1948 cuando con Mazatlán fue campeón bateador de la liga con .362. En ese mismo año fue líder en carreras anotadas y a veces al bat.

En aquel poderoso béisbol de la Costa bateó cinco ocasiones sobre .300 y fue elegido como parte del Equipo de Todos los Tiempos dentro del siguiente line up:

Guillermo “Huevito” Alvarez (SS), Agustín “Pijini” Bejerano (CF), Barney “Grillo” Serle (2B), Angel Castro (1B), Clint Courtney (C), Claudio Solano (LF), Benjamín “Papelero” Valenzuela (3B), “La Mala” (JD), Daniel Ríos (PD) y Lino Donoso (PZ).

LANZANDO PARA HOME

Si Mexicali ganó la serie de 1986 con cuatro victorias y dos derrotas, en 1987 en el “Héctor Espino” de Hermosillo, las Aguilas Cibaeñeas abrieron el evento con cuatro triunfos y terminaron perdiéndolo en un juego extra. Los primeros resultados al abrirse la serie el martes 3 de Febrero, fueron hasta cierto punto normales, cuando las Aguilas con Winston Llenas de manager, ganaron apuradamente a los Leones de Caracas por 3-2 y en el partido estelar los Criollos de Caguas vencieron 5-4 a los Venados de Mazatlán. El manager el cubano Carlos Paz confeccionó la siguiente alineación: Daniel Fernández 8, Armando “Agujita” Sanchez 4, Ron Jones 9, Willie Aikens 3, Nelson Barrera 5, Rudy Hernández bd, Luis Alfonso Cruz 7, Juan José Pacho 6, Miguel Hernández 2 y el pitcher Rafael García. Era la tercera vez en su carrera que Rafael se enfrentaba al Caguas y por tercera ocasión perdió, tras de 2.1 entradas con par de carreras.

Vino la segunda derrota para los Venados, cuando les dieron una tunda de 16-2 las Aguilas Cibaeñas, siendo el derrotado Robin Fernández Fuson, que había lucido en la final contra Tijuana. En el tercer día vino un juego para la historia. Los Criollos de Caguas aprovechando la pelota Comando, batearon la friolera de ocho jonrones, siendo dos de Heidy Vargas, dos de Carmelo Martínez y uno por piocha de Henry Cotto, Cándido Maldonado, Bobby Bonilla y German Rivera, pero aunque no lo crea, perdieron ante las Aguilas Cibaeñas por 14-13, cuando el equipo boricua cometió también la friolera de 8 errores. Ese jueves 5 de Febrero de 1987, el oaxaqueño Jesús “Chito” Ríos lanzó una joya de pitcheo ante los Leones de Caracas, cuando lanzó las nueve entradas, poncho a 11, tres veces a Andrés Galárraga y terminó ganando por 5-3. El equipo del “Chilote” Llenas llegó a cuatro victorias en forma invicta al derrotar contundentemente a los Leones de Caracas por 8-0 con trabajo completo del americano Alan Fowlkes, de gratos recuerdos en Mexicali.

Los Venados y sobre todo los pitcheres Arturo González y Héctor Heredia fueron los causantes de la caída de las Aguilas, pues el nativo de Tampiquito, Nuevo León, tiró 5 entradas y las cuatro restantes fueron para el nacido en el Júpare, Sonora, en la victoria por 8-3 de Mazatlán, bateándoles con mucha propiedad al derrotado José Joaquín Bautista, a Andy Araujo y Arturo Peña. Entre tanto el Caguas vencía al Caracas por 7-1. Los directivos del Caguas trajeron de última hora al zurdo Juan Nievas para que les lanzara a las Aguilas y en 6 entradas no le hicieron nada, para ganar por 4-0, destacando las relevos de Héctor Stewart y el americano Dave Cone, que lanzo dos entradas y dos tercios en forma perfecta y ahora tenían que jugar un partido extra, en ese mismo domingo 8 de Febrero. Los pitcheres abridores fueron Jim Siwy por el Caguas contra José Rijo de las Aguilas, que explotó en la tercera con tres carreras sucias. Vino Fowlkes y le hicieron 3 y los restantes tres pitcheres aguantaron candela y cuando se disipó el humo, la pizarra marcaba: Caguas 13 Aguilas Cibaeñas 2. Algo para Ripley, pues no ha vuelta a suceder. El campeón bateador fue Carmelo Martínez del Caguas con un porcentaje de .556, Díon James de las Aguilas el mejor productor con 9 y Cándido Maldonado de los Criollos envió cuatro pelotas tras las cercas y también fue el que más anotó con 8. Francisco Javier Oliveras del Caguas, fue el único en ganar dos partidos en ésta serie…Después más lanzamientos.

Correo Electrónico: alarb34@yahoo.com.mx